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Crowley parecía no perdonar el "intento de homicidio" que le había hecho, por supuesto que esa connotación la puso el pelirrojo. Es por eso que en los siguientes dos días le miraba con una expresión enfurruñada, era una cara algo infantil.

Al tercer día ya se le hizo aburrido que en las mañanas le mirara así.

— ¿No te aburres, querido?

— Sigo molesto.

— Solo fui a despertarte.

— Intentar matar a alguien no es la forma de despertarlo. — Se llevó la mano al pecho.

Aziraphale rodó los ojos, sentándose en la mesa junto a él tomando desayuno, felizmente estaban en su día libre así que no tenían ni una prisa. Se llevó una cucharada de cereal a la boca, solo cuando dejó de mirar su razón vio a que Crowley nuevamente le miró malhumorado.

— Anthony, te lanzaré el tazón si sigues así.

— Quiero tu perdón.

— No hice nada malo.

— Entonces te seguiré haciendo caras.

— Oh Dios... — Se quejó — Perdón por ser amable y despertarte.

— No lo acepto.

Aziraphale apretó los labios plasmando una línea recta en sus labiales, sus manos se tensaron con deseos internos de maldecir, mas se contuvo, dejando escapar en cambio un profundo suspiro.

— Es decir que quieres una compensación.

— Sí.

— ¿Qué deseas, querido?

— Algo sumamente simple.

Dejando a un lado su celular, pone la palma mirando hacia el cielo, estirando el brazo para que estuviera cerca de Aziraphale. El albino le miró extrañado, sin comprender por qué hacía eso.

— Pon tu mentón sobre mi mano. Solo te pido eso y te perdono.

Muchas más incógnitas surgieron, esperando nada que le desagrade se acercó lentamente hasta tener su mentón sobre la palma del más alto, Crowley sonrió divertido, bajando sus párpados.

— Infla tus mejillas.

— Eso no estaba en el trato.

— ¿Quieres mi perdón?

— ...Bien.

Sus mejillas se entibiaron, le estaba avergonzado. Infló las mejillas, solo un poco y en menos de un segundo los dedos del pelirrojo apretaron sus mofletes, sin mucha fuerza y elevando un poco su piel. No tardó en ponerse rojo y cerrar los ojos rechazando eso.

— Crowley...

— Esta foto la voy a enmarcar.

Ni se había dado cuenta del sonido de la cámara.

Le hirvió la sangre, más la que pasaba por las venas de su rostro. Se salió del agarre abochornado, ahora Crowley era quien reía.

— ¡Por amor a Dios, borra eso!

— ¡Para nada! ¡Te ves adorable!

— ¡Crowley!

— ¡Estás perdonado!

— ¡Pero yo no te perdonaré jamás!

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AAAA DIAVLOS

Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora