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Veía su pequeño jardín, como vivían en un departamento, solo podía tener un pequeño espacio en la terraza para cuidar de algunas plantas, las favoritas de su esposo. Estaba orgulloso de su rápido crecimiento en tan solo tres meses, y había adquirido un nuevo sobre de semillas para hacer más grande su familia.

Al ponerse un sombrero adaptó para la luz que caía diagonal al departamento, pudo darse cuenta de un detalle distinto en la pared donde tenía algunas macetas. En una de ellas, los lirios se estaban secando. Tomó del gancho aquel macetero, colocándola en la mesa esperando ver qué podía salvarse; pero no hubo caso.

Soltó un suspiro, era una lastima que sucediese eso, le había tomado mucho esfuerzo a su esposo para que creciera y ahora tenía que botarla.

Mientras hacía el procedimiento, sintió la presencia de su esposo asomándose por el ventanal, estuvo en el comedor todo el tiempo.

— Oh... Con que no logro resistir.

Asintió, cambiando la tierra del macetero, ahí pondría las nuevas semillas.

— Mh... — Guardó silencio por diez segundos — Eran lirios, ¿cierto? —

— Sí...

Estuvo sorprendido por eso, pensaba que no prestaba atención desde hace mucho a su pequeño jardín; alzó la cabeza para mirarlo, estaba pendiente en las flores de la pared. Volvió a bajar la mirada, quizás qué cosas sabía de él cuando no sabía nada de Crowley más allá de ser fanático de las redes sociales y del buen vino.

— Lamento esta perdida.

— Querido... Solo son flores...

— Pero seguramente les tenías mucho aprecio.

— No estoy seguro de como sentirme...

— Mmh... ¿Quieres algo?

Negó con la cabeza. Crowley se quedó un minuto antes de volver a lo suyo. Aziraphale terminó de plantar las semillas y regarlas; dejó el macetero dónde estaba anteriormente y entro. Le dedicó una mirada rapida a Crowley y huyó a su habitación.

Dormían en distintos cuartos.

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Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora