El viaje, en comparación a otros que ambos habían hecho, se hizo eterno. Harry permanecía recostado sobre el hombro de Louis, dejándose llevar por la ensoñación de un buen inicio mientras sus ojos se perdían en el paisaje. No recordaba que viajar en carruaje se sintiera tan cómodo y familiar como ahora, no deseaba por nada del mundo que aquel momento se acabase.La nieve continuaba cayendo, tímida y fluida, algo normal para esos meses de invierno. Harry suspiró ante las caricias que Louis le proporcionaba sobre sus manos o cintura, sintiéndose ligero. Aun se cuestionaba si el vivir en el castillo sería un buen plan para ambos después de lo ocurrido, pero de cierto modo, pensaba que no sería un trabajo demasiado exhaustivo contratar a unos cuantos hombres para construir su propio hogar no muy lejos del castillo. Una cabaña, con una chimenea alta, llena de hierbas y un sofá para poder tumbarse frente a esta, no era una mala idea.
Alzó la vista, encontrándose con el rostro neutral y tosco de Louis. Sus cejas se fruncían en medio de su frente y el cabello caía desordenadamente por los costados de su cabeza. Harry se enderezó, llamando la atención de él de paso. Louis no era tonto, pudo ver en seguida el brillo travieso en la mirada de su ahora, formalmente, esposo.
—¿Qué?
Harry se encogió de hombros, mordiendo su labio inferior. Con su mano quitó su corona y la dejó a un lado, notando el cambio del peso rápidamente. Louis hizo lo mismo con la suya.
Solo quería hacerte una pregunta.
—¿Cuál? —inquirió Louis. Harry bajó la mirada a su regazo. El tema no lo hablaban desde el barco y el recuerdo de aquellos tensos días le revolvió levemente el estómago. Se dijo a su mismo que debía olvidar todo aquello, ahora, el presente le sonreía como nunca.
—Yo... uhm... ¿No tienes problemas con vivir en el castillo? Entenderé si aun los tienes, pero quiero saber...
— Harry. —El nombrado cerró sus labios al segundo. Sus orbes se encontraron con los de Louis mientras él le sonreía casi burlón —. Me da lo mismo, pero si a ti no, podemos buscar otro lugar... —guardó silencio unos segundos, pensativo —, si es que el rey puede hacer eso.
Fue imposible para Harry no rodar los ojos y sonreír.
—Idiota —bromeó, golpeándole despacio el hombro con el suyo. Louis rio. —La verdad es que no quiero.
La sonrisa en el rostro de Louis se disipó lentamente, quedando solo un rastro de confusión en sus facciones. Entronó los ojos y se acomodó mejor en el pomposo y extremadamente duro asiento del carruaje para mirar mejor a Harry, quién no tardó en sonrojarse. Esperó a que volviera a hablar, pero por lo visto, el menor no tenía ánimos de explicar. Louis pensó en qué pudo hacerle cambiar de parecer, después de todo, el castillo por ahora era el mejor lugar para dormir en paz sin temer a que un grupo de hombres se adentraran a su habitación para cortarles la cabeza.
Pero no tardó demasiado en descartar cada opción, la respuesta estaba ahí mismo, la muerte y los fantasmas custodiaban cada habitación y, dormir en ellos, sería una pesadilla interminable. Louis puso sus labios en una línea, asintiendo con cuidado, como si Harry le hubiera explicado todo esto ahora, lo vio recostarse en el asiento nuevamente y sus ojos se perdieron en el techo mientras dejaba descansar sus manos sobre su vientre.
—¿Tienes pensado en donde dormir entonces? —consultó.
Harry negó. Suspiró y volvió a mirar por la ventana. Louis observó su perfil casi embobado.
—Pero había pensado en construir una cabaña por los sectores del castillo. Solo para nosotros. Podría ir al salón real cuando sea debido.
Louis giró su cabeza, no era una mala idea construir algo para ellos dos, incluso un leve cosquilleo en su vientre le hizo sonreír en anticipación.

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Mariposa (ls)
FantasyCuando el príncipe Harry huye de Ribëia con Louis, su vida se torna oscura y despiadada. Creyendo que afuera encontraría libertad, la vida le muestra su cara más dura y las pesadillas que intentó dejar en aquel castillo regresan con más fuerza. Har...