Eli bajo su cabeza separándose del beso de Mitzuru para encontrarse con la figura de Tashibana Hiashi en la puerta, Mitzuru en cambio tiro la suya hasta hundirla en el cuello de Elizabeth.
—Hiashi—exhalo él en hastió.
—Dime que es mayor de edad —proclamó Hiashi negando con la cabeza.
Roja como una manzana, Eli asomó sus ojos para verificar que no hubiese nadie detrás de él.
—¿Quieres cerrar la puta puerta? —le reclamó Mitzuru levantando la cabeza.
—Maldito malagradecido—se quejó Hiashi cumpliendo su petición—, ¿hace eso por ti y no puedes ni comprarle ropa buena?
—Ella no....—iba a aclararlo cuando sus ojos se encontraron con la paralizada Elizabeth, su expresión altiva había cambiada a la de un cordero asustado. Mitzuru le puso la mano en la mejilla y sonrió para calmarla —. Tranquila, bonita —luego subió el tono de voz —, él no va a decir nada porque no es su asunto.
Eli vio a Hiashi quien inclinaba una ceja como si la juzgara, pero él a penas y le prestó atención antes de regresar su vista a Mitzuru.
—¿Quieres que los deje solos? ¿Tres o... tal vez cinco minutos?
Mitzuru le arrojó una mirada despectiva y después volvió a ver a Elizabeth.
—Vamos a tener que dejarlo para después.
Eli asintió mientras Mitzuru se le separaba de ella.
—Oh, ¿Qué pasa? —se burló Hiashi —¿Tu pequeño amigo se apeno?
—No es pequeño —aseguro Mitzuru con una sonrisa forzada, Eli se bajó de un brinco para subirse las bragas siendo cubierta por el escritorio—, no te proyectes en mi—Hiashi casi se ríe ante su respuesta—. Obviamente, tu voz me lo hecho a perder—se volvió a Eli—. Ve con Alicia Pickman al piso cuarenta y dos, la ayudaras con el evento de mañana.
Eli no dijo nada, si bien bromeaban entre ellos, la situación tenía un aire tenso por lo que prefería salir huyendo de la escena.
—¿Es que no ha trabajado suficiente? —continuo Hiashi, ella ni lo miro, le dijo "con permiso" y continuo el paso.
Al irse lo escucho cambiar el idioma a japonés, lo que confirmo sus sospechas de que cuando se burlaban de ella lo hacían en ingles solo para que los entendiera.
Mitzuru ya sabía que sería un día ajetreado y ya que le habían arruinado el "desastres", se lo paso en completo mal humor cuando fue a recoger a Kai. No ayudo que tuviese que pagar tres mil cuatrocientos dólares porque en algún punto de la noche, Kai se había ofrecido a pagar una ronda para todo el bar y después, el muy desconsiderado, le había pedido que lo llevara a casa para bañarse.
Kai había conseguido un piso en un edificio a treinta minutos de la oficina que tenía vista a los rascacielos de NY. Para ser un estudio, era bastante amplio y tenía tantas entradas de luz natural que era casi segador, aumentado por la paleta de colores claros y los pisos blancos que parecían hechos para bailar.
También tenía una amplia y desperdiciada cocina que Mitzuru dudaba que Kai supiera encender, un comedor pequeño con lugares para apenas unas cuatro personas, eso sí, una enorme barra de bar con luces cuya vinera a la espalda lucia bien surtida de la que Mitzuru se sirvió una copa de Merlot y un escritorio olvidado posicionado justo delante de la vista, Mitzuru no podía imaginarse a Kai trabajando después de su turno.
También tenía una cama montada sobre una base de yeso que tenía luces automáticas y un ropero de cada lado, del otro lado estaba la sala en la que resaltaba un televisor de 80 pulgadas con orillas curvas y bajo el mismo, una biblioteca empotrada en la Mitzuru encontró con decepción que el desobligado no había conseguido ni un solo libro en inglés como él le dijo que lo hiciera.
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Costo y Beneficio
Romance"¿Por qué he de conformarme con su dinero, cuando podría tenerlo todo? " Abandona, quebrada y embarazada, una joven se ve gradualmente empujada hacia una relación carnal con su jefe a cambio de apoyo financiero, mismo que a su vez, rechaza la idea d...