—¿Y cuánto tiempo te vas a quedar? —preguntó Mitzuru en el teléfono.
La llamó para preguntarle a donde había ido en la mañana pues no lo despertó. Sus excusas eran creíbles, sin embargo, él no podía borrar esa sensación de que estaba siendo evitado por Elizabeth. Actualmente, su excusa era el cumpleaños del padre de Nico.
—No lo sé —explicó ella—. Un par de horas hasta que partamos el pastel. Además—suspiró—, quiero esperar a mi madre para charlar.
—Está bien—asintió—. Un par de horas está bien, estarás en casa para cuando salga de aquí. —Él estaba en la oficina repasando algunas cifras.
—Es lo más probable.
—¿Quieres que envié a Ryu por ti?
—¿No crees que sería raro que me recojan en un mercedes negro conducido por tu chofer?
Mitzuru se llevó la mano a la cien.
—Tienes razón. Por cierto, ¿ya hablaste con tu amigo?
—¿Para eso quieres enviar a Ryu?, ¿para vigilarme?
—No, no es eso, solo... —se palmeó la frente—. Olvídalo, ¿Qué tal si nos vemos en la tarde?
Ella miró a su alrededor como para buscar una salida, no la encontró.
—Está bien.
—De acuerdo. Adiós—Elizabeth no respondió antes de colgarle.
Mitzuru contempló su teléfono sin entender nada. Entonces tocaron a su puerta y cedió el pase.
—Ey—saludó Kai—, llegó tu paquete.
—Excelente—tomó la caja y notó la cinta rota. Kai evitó su mirada—. ¿Lo abriste?
—Tenía que ver si era ántrax.
—Disculpa que dude de tu heroísmo, pero eso solo se lo hacen a los políticos —replicó. Kai se hundió en sí mismo—Supongo que, lo viste.
—Sí. Y vaya... —se burló—¿qué demonios hiciste?
—Ese es el problema, no lo sé—chistó—. Elizabeth esta rara desde que salió con Koyuki.
—Tal vez le dijo de sus planes de boda.
—¿Nuestros qué? —preguntó confundido.
—La tía se lo dijo a mi mamá, ella y la señora Kino se aliaron para casarte con Koyuki.
—No creo que Koyuki esté de acuerdo con eso.
—Mmm—reflexionó Kai—. Bueno, si está molesta y no quiere decirte porque está molesta, es probable que sea algo que tú deberías saber sin que ella te diga.
Mitzuru lo pensó un rato.
—Tal vez es porque le dije que me diera espacio para el trabajo y ahora me está dando demasiado espacio. Pero no puede enojarse por eso, le expliqué lo importante que es.
—¿Estás seguro? —señaló Kai—He aprendido que, con las mujeres, a veces no es lo que dices si no como lo dices.
—Pudo haber sonado algo autoritario—admitió con desdén.
—Ahí lo tienes. A nadie le gusta que le den órdenes en una relación.
—No importa, hablaré con ella hoy y espero que el collar la suavice un poco.
—El collar y también podrías llevarla a un lugar bonito—Mitzuru pretendió disimular su interés. No funcionaba con Kai—. A las mujeres les molesta cuando no las sacas a pasear, piensan que las estas escondiendo y eso las ofende. ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron una cita? —Mitzuru se mordió el labio, Kai cuestionó a media carcajada— ¿nunca han tenido una cita? Con razón está molesta. Imagínate, con Koyuki yendo por toda la ciudad, comiendo en restaurantes y comprándose ropa, de seguro pensó "esto es como una cita, pero nunca tengo citas con Mitzuru".
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Costo y Beneficio
RomanceCon el corazón roto y los bolsillos vacíos, Elizabeth lo ha perdido todo. Ahora, tiene solo 9 meses para cambiar su vida. Mitzuru es un hombre distante y frío que vive volcado por completo a su trabajo. Cautivado por la belleza de su nueva empleada...