Chapter 15

616 39 1
                                        

Ecos del alba, entre elegancia e intrigas 

Ameera:

Me despierto en oleadas de sensaciones. El aroma de Finnick contra mi piel. Los recuerdos me invaden. El dulce dolor de mi cuerpo por todo lo que hicimos anoche. No quiero abrir los ojos. Si abro los ojos, esto se acaba, y no estoy preparada para volver al campo de batalla. Me levanto cuando siento que acaricia mi cabello y empieza a repartir besos por mi rostro y sonrió inconscientemente.

— Despierta solecito

— Buenos días ricitos de oro — Luce tan guapo, su cabello despeinado, el abdomen marcado, su sonrisa coqueta, tiene una bandeja para desayunar los dos.

— No sabía que eras tan dulce, ricitos de oro

— Hay muchas cosas que no conoces aún

— mm... — y me llevo una frutilla a la boca

— Eres muy dulce — lo miró con ternura y sonrío. — Ahora a comer señorita. Martín te está esperando y nos quiere matar, es un viaje muy largo de regreso e insiste que a este paso llegarás a las 11 am — sonrío. Martín es el conductor que me asignaron, ha sido un amor conmigo, tiene alrededor de 19 años y me ayuda mientras yo estoy en la casa de Finnick, él recorre los distritos, repartiendo dinero y recursos que consigo, para poder ayudarlos, por suerte el presidente no me ha dicho nada al respecto. Sé que debería preocuparme, es probable que mi equipo de preparación me mate cuando lleguen y no esté, pero decido dejarlo eso para mi yo futura, así que desayunamos  tranquilos mientras conversamos y reímos

 Sé que debería preocuparme, es probable que mi equipo de preparación me mate cuando lleguen y no esté, pero decido dejarlo eso para mi yo futura, así que desayunamos  tranquilos mientras conversamos y reímos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Gracias... — digo cuando acabamos de comer — Por todo...

— No tienes que agradecer... pero si quieres... se me ocurren unas ideas... — me rio mientras le golpeó con una almohada y él se defiende. Es inevitable pensar que quiero que estos momentos duren para siempre. Congelar el tiempo y dejar solo lo bueno.

— Me tengo que ir — digo finalmente, más como recordatorio para mi misma, y tomó algo del closet, para dirigirme al baño

— ¿A dónde vas ?

— A cambiarme — le digo obvia

— No es algo que no haya visto pequeña — el rubor sube a mis mejillas, pero le lanzó una almohada, él se acerca y besa mi frente

— Es solo para molestarte, te vez tierna sonrojada.
Te dejo para que te cambies

Trato de no demorarme, me ducho rápidamente y dejo que el agua caliente relaje mis músculos, y me preparo lo más rápido, para que mi equipo no tenga que hacer mucho, porque tampoco van a alcanzar. Y como se predijo llegué 11:30 al distrito, mi equipo ya me está esperando, un tanto enojados.

— Yo sé, perdón— digo mientras beso la mejilla de mi ma y ella me abraza

— Mueve mi niña

— Llegas tarde — dice Eyva y yo le mando un beso, mientras corro a mi cuarto, con mi equipo, que se empiezan a quejar por mi impuntualidad, pero me medio perdonan cuando ven, que me he cuidado y no tienen mucho que hacer, Octavio ondula mi cabello y me peina, mientras Sofia se ocupa de mis uñas y Cloe me pone todos los productos necesarios en mi piel. Luego de dos horas estoy lista, Eyva ingresa con el vestido, para cambiarme, elegido por el capitolio, me asquea como todos mis outfits son cortos o deben tener transparencia.

Panems QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora