La Vencedora Perfecta
Joven, Hermosa e Inteligente
La favorita del capitolio. Su marioneta perfecta, con mucho que perder y dispuesta a todo para protegerlo.
Pero en el camino debe luchar contra ella misma, para no perder la cordura.
...
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— ¿Estás lista? — me preguntó suavemente Nicky, su voz cargada de calidez y una sonrisa dulce
— Si... No lo creo que es mi ultimo año — respondí, tratando de contener mi emoción. — y... tendremos a Eyva con nosotros.
Antes de que pudiera decir algo más, el sonido firme de pasos acercándose hizo que ambos nos volviéramos hacia la puerta. El presidente Snow, con su imponente presencia y el aire de autoridad que siempre lo acompañaba, entró en la sala. A pesar de su usual frialdad, sus ojos se suavizaron un poco al encontrarse con los míos.
— Buenos días — saludó, tomando asiento en la cabecera de la mesa. — Dominick. Ameera.
— Buenos días, padre — respondió Nick con su tono dulce y feliz por ver a su padre. Era evidente cuánto lo amaba, y estar con ellos siempre despertaba una mezcla de emociones. Envidiaba un poco su relación. Snow es un monstruo, el arquitecto de mi infierno personal, la causa de todo ese dolor. Sus manos están manchadas de sangre de miles de personas, muchas de ellas inocentes. Con un corazón endurecido, absorto en el poder, manipulador innato y una frialdad casi inhumana. Pero con Nick... era su debilidad, su amor por su único hijo y heredero. Podía ver la forma en que sus ojos se suavizaban cuando miraba a Nick, la manera en que su tono, usualmente frío y distante, se volvía más cálido. Como dejaba de lado sus responsabilidades como presidente solo para desayunar con su hijo, y los fines de semana pasar tiempo juntos,
Para Nick era muy difícil saber todo lo que ahora sabía de Snow. Nick nunca había visto la oscuridad que yo veía. Al fin al cabo, Coriolanus Snow era el hombre que lo crió con amor, que lo consintió y lo protegió del mundo exterior, de la cruel realidad que se vive en los distritos. Para Nick, Snow era el padre que lo había llevado de la mano cuando era pequeño, que había estado presente en cada logro, y que lo había envuelto en una burbuja de amor y seguridad. Snow, en su papel de padre, había sido todo lo que Nick necesitaba. Le había dado una vida de lujos, de oportunidades ilimitadas, y, lo más importante, le había dado un amor incondicional. Nick nunca había tenido que cuestionar su lealtad a su padre porque, hasta hace poco, no había conocido nada de lo que su padre hacía, y sé que aún ahora es difícil para él. Tener esas dos versiones de él, peleandose por ver cuál pesa más. Y si no hubiera hecho daño a quien Nick quiera, sé que no tendría este conflicto.
