Panems Queen

Chapter 42

¿Fin sufrimiento, Inicio felicidad?

Ameera

Mi familia y amigos me felicitaron, estoy segura que ellos sabían. Inclusive el presidente lucia contento, no sé como Finnick logró que Snow nos autorice todo esto, pero estoy tan feliz

— Damas y caballeros con ustedes nuestra pareja favorita del momento... Nuestra reina y su futuro esposo, nuestro vencedor favorito... Ameera Adar y Finnick Odair — la voz de Caesar Flickerman resonaba con emoción, llenando el espacio. Entramos tomados de la mano, saludando a la multitud con sonrisas perfectas.

Cuando me acerqué a Caesar, lo saludé con los tradicionales besos en las mejillas, y él me devolvió una sonrisa cálida

— Me alegra verte, Caesar, ya te extrañaba. —le dije, mi tono desenfadado pero cálido.

— ¡Nosotros a ti! — respondió, girando ligeramente hacia la audiencia. — Y tengo que decirlo, Ameera, estar enamorada te sienta de maravilla. —agregó, dándole un vistazo rápido a Finnick,

— Gracias, no sabes lo feliz que estoy. —le respondí, volviendo la vista hacia Finnick, quien me miraba con esos ojos verdes cargados de admiración y cariño

— Así lo veo, Ameera, y estoy seguro de que todos en Panem están tan emocionados como nosotros por este momento. —La audiencia aplaudió mientras Finnick colocaba su mano en mi espalda baja, un gesto que siempre me hacía sentir segura.

— Estamos encantados de compartir este momento con todos ustedes. — habló Finnick

— Si que te luciste Finnick ¡Lo que hiciste fue simplemente espectacular! ¡Nunca había visto algo igual en mi vida! —exclamó Caesar, sus ojos brillando con genuino asombro.

— Ni yo — agregué, sin poder contener mi emoción. — Nunca imaginé que algo así pudiera existir... Fue absolutamente increíble. Estaba tan impresionada que, en el momento, ni siquiera pude pensar en lo que estaba pasando. ¡Todo fue tan mágico que sentí como si estuviéramos flotando en un sueño!

— Eso es lo que yo llamo un espectáculo. —Caesar aplaudió, logrando que el público lo siguiera. — ¿De dónde salió esta brillante idea?

Finnick sonrió, esa sonrisa que había perfeccionado para momentos como este, esa que hacía que todos se sintieran encantados y seguros. — La idea era hacer algo inolvidable para Ameera y para todos ustedes, como una pequeña forma de devolverles todo el apoyo y cariño que nos han brindado. —

El suspiro colectivo que se escuchó en la audiencia era el claro reflejo de lo encantados están con nosotros.

— Están dejando muchos corazones rotos por ahí, ¿eh? —Caesar bromeó, haciéndonos reír. — Pero también nos están dando la boda del siglo. ¿Ya tienen alguna idea de cómo será?

— La verdad es que aún no hemos decidido todos los detalles — respondí, riendo un poco ante la expectativa. — Pero algo que sí tengo claro es que Eyva se encargará de diseñar mi vestido.

— ¡Muero de ganas de ver todo el proceso! —Caesar parecía casi tan emocionado como nosotros.

— No te preocupes, no te perderás nada — aseguré, con una sonrisa. — Será dentro de un año, y quiero que todos nos acompañen en el proceso.

— ¡Eso es increíble! — exclamó Caesar, encantado. — ¿Cómo imaginan que será?

— Queremos que combine lo mejor del glamour del Capitolio con la calidez y sencillez de nuestros distritos. —Finnick respondió, su mano aún descansando en mi espalda.