Esta historia comienza en el cuarto año y se desvía del canon oficial.
Se actualiza los domingos.
Harry Potter: El Cuervo entre el Ciervo y la Nutria.
Es una historia alternativa que narra cómo Harry se enfrenta a los desafíos del torneo con la a...
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—Buenas noches profesor Snape— Saludó Emely al entrar al despacho. Estaba pobremente iluminado por unas cuantas velas y había un ligero aroma dulzón en el ambiente que Emely no pudo identificar. El profesor de pociones estaba sentado en su escritorio señalando una pila de tres cajas que tenía frente a una pequeña botica con ingrediente variados y frascos de todo tipo.
—Que bueno que acude a tiempo señorita Gracee... ¿sabe que son estos? — Preguntó Snape sin dejar de señalar la pila de cajas frente a su escritorio.
—No profesor...
—Son los materiales e ingredientes de primero año. Esta noche tendrá que etiquetar y clasificar cada frasco y luego llevarlo a mi botica personal. Planeo utilizarlos la próxima semana en clases y sería un verdadero fastidio no tenerlos ordenados a tiempo... comience.
—Si profesor...
A pesar de que podía ser un trabajo tedioso, para Emely era mas que sencillo. Quizás no era un astro en pociones como lo era Draco, pero sabia clasificar los ingredientes, sobre todo si eran los de primer año. Recordaba muy bien su primera clase de pociones, donde el profesor Snape les dio una breve pero esclarecedora explicación de la aplicación de las posiciones en el día a día de un hechicero. Enfatizo que los hechizos no son el limite de un mago. Con las pociones un mago o bruja podría dominar la mente y hechizar los sentidos. Dejo claro que con esfuerzo alguien diestro podría embotellar la fama y generar la gloria e incluso ponerle un alto a la muerte. Esto sin duda dejo a una joven Emely bastante cautivada y aunque de verdad se esfuerza al máximo tiene que admitir que todavía no estaba al nivel de considerarse la primera de la clase. Ese puesto aun se diputaba entre Granger y Malfoy. La hora transcurría y Emely estaba ya haciendo el último inventario antes de llevar la última caja a la botica personal de su líder de casa.
—Bien señorita Gracee... dígame que está a punto de almacenar antes de irse...—dijo Snape sin apartar la vista de unas notas que al parecer describían la anatomía de una cabra.
—Si profesor... ya en está última caja hay 5 frascos de aceite de ricino, 10 frascos de acónito, 2 frascos de bazo de murciélago, una bolsa de raíz de belladona, 30 plumas de búho real, 8 sobres de sal amoniaca, baya de muérdago y un tarro grande de jugo de mandrágora.
—Bien, puede marcharse...— El profesor de pociones le da una mirada profunda por unos instantes antes de volver la vista a su pergamino— Confio en que volverá pronto para entregarme la llave de mi botica privada... y espero que mañana cuando busque los materiales de mi clase no falte ni un solo cabello de unicornio.
—Por supuesto profesor...
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