Capítulo 53: Nuevos ojos.

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Mansión Lognbottom

Viernes 31 de Julio 1995 — 10:51am

Emely se llevó la mano a la boca con asombro mientras escuchaba el relato de Robert sobre lo que había ocurrido esa noche. Al escuchar el nombre de su hermana gemela, Melissa, sentía que un torbellino de emociones la invadía. Hacía años que no pensaba en Melissa y mucho menos había escuchado su nombre. No podía creer lo que le estaba diciendo su hermano mayor. Un nudo se le formó en el estómago al imaginar el peligro que Robert había corrido al estar frente al mismísimo señor tenebroso.

Emely tomó asiento en su cama, completamente en silencio. Su mente giraba a toda velocidad, tratando de procesar la información. Robert se quedó de pie, esperando pacientemente a que ella estuviera lista para hablar. Emely se pasó la mano por el rostro y luego por su cabello, tratando de calmarse. Finalmente, levantó la vista y miró a Robert, su expresión grave.

 Finalmente, levantó la vista y miró a Robert, su expresión grave

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—¿Mi hermana... dijo algo? —preguntó, su voz temblorosa.

Robert cerró los ojos y asintió con pesar.

—Solo nos saludamos... Dijo que esperaba con ansias ponerse al día conmigo cuando tuviéramos oportunidad, luego regresó con su grupo de mortífagos. Parecía... parecía feliz.

—Ya veo...

—Fue muy inquietante—Robert saco su varita y conjuro una imagen nebulosa en el aire— Te sorprendería lo idénticas que son... por un momento pensé que eras tú.

La imagen poco a poco se transformó en una chica de cabello negro y piel pálida, con los ojos azules y el cabello recogido en una cola de caballo. Vestida completamente de negro en medio de un bosque extraño.

Emely se quedó en silencio. No tenía sentido que su hermana estuviera con las fuerzas del señor tenebroso. "¿Que hace una chica sin magia siendo un mortífago?" Pensó mientras luchaba por no comerse las uñas en ese momento.

Emely miró a Robert con los ojos llenos de recuerdos y preguntas no formuladas en cuanto la imagen se disipo en el aire. Su silencio era más que suficiente para entender que la situación había cambiado para ellos. Emely miraba a la nada tratando de organizar sus ideas, mientras que Roberth se le apretaba el corazón. Pensaba que si hubiera decidió huir con Emely, quizás nunca hubiera descubierto a su hermana en medio de las fuerzas del enemigo. Él sabía que no tenía derecho a reclamarle nada. No crecieron como una familia, pero al menos pensaba que estaba teniendo una vida tranquila con los muggles. Sabía que era un triste consuelo, pero ahora que era un hombre libre, se disponía a cuidar a su familia, y aunque no estuviera en su planes, ahora que lo sabia, no podía abandonar a su otra hermana.

"Es como si el destino quisiera que participara en esta guerra... quizás al final podamos ser una familia nuevamente" Pensó Robert mientras veía el semblante sombrío de Emely.

—¿Recuerdas cómo era Melissa cuando vivíamos todos juntos? —preguntó, su voz apenas un susurro.

Robert suspiró y sacudió la cabeza con un gesto de tristeza.

Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora