Interludio 5: Ecos del pasado.

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Callejón Diagon.

Miércoles 09 de Febrero 2004 — 9:21am.

Harry Potter caminaba con paso firme por el Callejón Diagon, las losas antiguas resonando bajo sus botas

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Harry Potter caminaba con paso firme por el Callejón Diagon, las losas antiguas resonando bajo sus botas. A su lado, su aprendiz Jenna Carter observaba cada detalle con ojos curiosos y atentos. Los comerciantes abrían sus tiendas, y el aire estaba lleno del aroma de pociones y pergaminos nuevos.

—¿Hacia dónde nos dirigimos, maestro? —preguntó Jenna, tratando de igualar el ritmo de Harry.

Harry le sonrió, su cicatriz casi invisible a la luz del día.

—Es hora de que avances al siguiente nivel de tu entrenamiento, Jenna. Para eso, necesitas obtener una segunda varita.

Jenna parpadeó sorprendida. Una segunda varita era algo inusual para un mago. Requería una habilidad y destreza extraordinarias dominar más de una varita.

Se acercaban a la tienda de Ollivanders, el lugar más famoso para la compra de varitas

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Se acercaban a la tienda de Ollivanders, el lugar más famoso para la compra de varitas. Jenna titubeó antes de armarse de valor y hacer la pregunta que la había estado inquietando.

—Maestro... ¿Es cierto lo que dicen los rumores? ¿Es cierto que tiene una segunda varita oculta? ¿La varita de la muerte?

Harry se detuvo frente a la puerta de la tienda. Pocas personas sabían de su posesión de la Varita de Saúco. Tras un momento, asintió lentamente.

—Sí... es cierto. Solo la uso cuando es necesario, asi que son pocos los que la han visto de cerca —dijo mientras empujaba la puerta y una campanilla anunciaba su llegada— Te contare más al respecto en otra ocasión.

La tienda estaba llena de estanterías hasta el techo, repletas de cajas de varitas. La oscuridad y el polvo envolvían el lugar dándole un aire de misterio que pocas tiendas en ese callejón podían lograr. Jenna esperaba ser atendida de inmediato por el viejo señor Ollivander. Pero su sorpresa fue grande cuando vio que detrás del mostrador se encontraba una chica joven de cabello largo y anaranjado, usaba unos anteojos muy similares a los que tenía su maestro y estaba apilando cajas de varitas sobre el mostrador cuando notó su presencia.

Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora