Capítulo 56: Encender la Magia

112 13 0
                                    

Callejón Diagon.

Tienda de Pergaminos Peregrinos.

Miércoles 07 de Marzo 1993 — 10:11 am.

Melissa estaba en una tienda de libros antiguos en el Callejón Diagon. Era una tienda poco concurrida, escondida en un rincón apartado de la calle principal de comercio. La había descubierto en una de sus incursiones secretas al Callejón, que ya para ese momento eran bastante frecuentes. Solía escaparse de clases para pasar tiempo allí, encontrando en los libros un refugio y una fuente de esperanza.

La tienda era atendida por un hombre no tan mayor, que Melissa calculaba estaría en sus cincuenta años o algo así. Con el tiempo, él se había acostumbrado a verla siempre en su tienda, leyendo todo lo que podía. Era una tienda que rara vez recibía clientes, por lo que Melissa pensó que esa era la razón por la que le permitía estar allí sin nunca comprar nada. El ambiente era tranquilo, con el aroma a papel viejo y el crujido de las páginas al pasar.

Tenía en sus manos un libro titulado "La valentía de los sin magia". Hablaba sobre las historias de los squibs más destacados de la época, personas que, a pesar de haber nacido sin magia, lograron grandes cosas. Aunque las historias eran inspiradoras, Melissa aún no encontraba lo que buscaba desesperadamente: una forma de que un squib se volviera mago o bruja.

Mientras leía, sus ojos recorrían las líneas con avidez, buscando cualquier indicio o pista que pudiera darle esperanza. Sabía que era una búsqueda casi imposible, pero su determinación la mantenía firme. Había leído sobre squibs que se habían destacado en otras áreas, como la investigación mágica o la política, pero aún no había encontrado un camino que pudiera seguir para convertirse en una bruja de pleno derecho.

El dueño de la tienda, que la observaba de vez en cuando desde su puesto detrás del mostrador, parecía haber aceptado la presencia constante de Melissa como parte de la rutina diaria. Ella sabía que, aunque no había encontrado aún su respuesta, el simple hecho de estar rodeada de libros y conocimiento le daba fuerzas para seguir adelante.

Cada página que pasaba era una pequeña chispa de esperanza. Quizás, algún día, encontraría el secreto que estaba buscando. Hasta entonces, seguiría explorando cada rincón de esa tienda apartada, con la esperanza de que la magia, de alguna forma, se revelara a ella.

El dueño de la tienda, un hombre de unos cincuenta años, se acercó por detrás de Melissa, curioso por ver qué estaba leyendo esta vez. Al igual que en todas las veces anteriores, ella estaba inmersa en un libro sobre squibs. No le había visto una varita y tampoco la había visto con el uniforme de Hogwarts, por lo que supuso que, ya que debería estar en ese momento en el colegio de magia y en vez de eso se encontraba en su tienda, la chica era una squib desesperada, buscando como tantos otros a lo largo de la historia, una manera de volverse bruja.

A pesar de disfrutar de la compañía en su vieja y casi siempre vacía tienda, no podía soportar ver a una joven desperdiciar su tiempo buscando algo que él sabía que no podría encontrar. Se aclaró la garganta para llamar la atención de Melissa, quien se giró para verlo.

—Lo que buscas no se encuentra en esta tienda —dijo el dueño, su voz llena de una mezcla de compasión y firmeza.

Melissa cerró el libro con fuerza, mirándolo con desafío.

—¿Cómo está tan seguro de lo que dice? —le preguntó, su tono desafiante.

El hombre la miró con comprensión y tristeza.

—Sé que estás buscando una forma de dejar de ser una squib.

Melissa retrocedió unos pasos, desviando la mirada mientras procesaba sus palabras. Pensó por un momento antes de volver a mirarlo con ojos llenos de anhelo, desesperación y una chispa de locura.

Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora