Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.

Capítulo 22: Antes del baile.

Mazmorras de Hogwarts

Miércoles 17 de diciembre 1994 – 06:25 pm.

Emely se mordió el labio mientras veía el pequeño reloj de arena que tenia en la muñeca. Servía para darle la hora y las pequeñas gemas verdes le indicaban cuantos puntos acumulaban hasta ahora la casa de Slytherin. Que en ese momento iba a la cabeza en la competencia. Pero eso no le importaba en lo más mínimo. Lo que le importaba era ejecutar un plan para poder ir con Harry Potter al baile de invierno sin las represalias de Draco. Y para ello necesitaba la ayuda de Theo.

Theo era una de las pocas personas que sabia algo sobre la vida de Emely. El pasado de su fallecido padre como mortifago, la injusta captura de su hermano y mas recientemente los tratos enigmáticos que estaba haciendo con Potter. Emely sabia que era una locura lo que intentaba hacer. Por mucho tiempo solo se concentro en aprender todo lo que pudiera para volverse una bruja poderosa y salvar a su hermano. Por lo que no tuvo mucho tiempo de prestarle atención a las tradiciones de la casa Slytherin, ni a las actividades del colegio y mucho menos a sus compañeros de curso. Theo Nott era el único que podía entender sus motivaciones, así que más temprano que tarde terminaron siendo mas cercanos. Ambos tenían algo en común, y era querer sobrevivir al nido de serpientes que era su casa. Donde la mitad de los estudiantes eran familiares de presuntos magos oscuros, que veían con muy malos ojos a los traidores de la sangre.

Emely había ideado un plan para hacer que su pequeño capricho de ir al baile del torneo de los tres magos se pudiera cumplir. Sabia que Draco tenia una obsesión insana con Harry y haría cualquier cosa para molestarlo. También sabía que Draco era un jugador compulsivo y que le gustaba apostar en partidas de naipes explosivos. El mismo había impuesto esa moda de las apuestas dentro de la casa. Daphne podía decir lo que quisiera de Draco. Pero algo tenia el chico que lograba influenciar a la mayoría de las serpientes. Y eso era algo que resultaría esta vez a favor de la chica.

Emely le pidió a Theo que le hiciera creer a Draco que estaría dispuesta a ir al baile con cualquier persona en el castillo a excepción de Harry Potter. Le haría pensar a Draco que recientemente había una pequeña enemistad entre ellos. De esta forma cuando Emely muy casualmente le proponga a Draco una partida de naipes explosivos donde la apuesta sea que el ganador escoja a quien invitara al Baile al perdedor. No habrá duda de que Draco escogerá a Harry Potter. La sola idea de verla Humillada como el resto de sus compañeros seguramente lo llenaría tanto de placer como expectativa. Asi que no podrá resistirse a tener una oportunidad de ver ese supuesto rechazo. Por lo que aceptaría la apuesta. Emely solo tendría que perder a propósito y todo estaría resuelto.

Era un plan ingenioso. Las reglas decían que, si la persona que invita el perdedor acepta, estarías obligado a acompañarla al baile. Y aunque la mayoría terminaban en un rechazo rotundo como se esperaba. Emely tendría un resultado diferente.

—¿Crees que funcionara?— Preguntó Emely a Theo mientras esperaban en el pasillo frente a la entrada de la sala común de Slytherin.

—Por supuesto que si— Respondió Theo con una sonrisa —Draco es tan predecible que caerá en la trampa. Solo tienes que jugar tu papel y todo saldrá bien. Además, aunque no lo creas, eres una de las personas a las que mas quiere humillar Draco. Intenta darte una lección de lealtad.