Capítulo 33: Un Viernes de Locos.

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Torre de Gryffindor

Dormitorios de 4to año.

Viernes 30 de Mayo 1995 - 02:25 am.

Emely, en el cuerpo de Harry, se encontró atrapada en las garras de un sueño extraño y perturbador:

La oscuridad la envolvía mientras se adentraba en una casa muggle, una que reconocía de los recuerdos de Harry. La estructura estaba vacía, con un silencio que pesaba más que la noche misma.

La casa muggle se erguía como un monumento a la soledad, sus paredes despojadas de vida y alegría. La oscuridad era casi tangible, cada habitación sumida en un crepúsculo perpetuo que no se molestaba en dar paso a la luz. El aire estaba quieto, como si la misma casa contuviera la respiración, anticipando una amenaza que se cernía en el horizonte invisible.

La sensación de peligro era omnipresente, un susurro en la nuca que hacía que los pelos se erizaran en alerta. Era como si la casa misma advirtiera de un mal inminente, un presagio de oscuridad que se aproximaba con la certeza de una tormenta en el horizonte.

Sus pasos resonaban en el vacío, cada eco un recordatorio de su soledad en ese lugar desconocido. De repente, el sonido de otros pasos la alertó, y al girarse, su corazón se detuvo. Frente a ella estaba Harry Potter, o más bien, una versión distorsionada de él. Este Harry no llevaba el cabello desordenado y sus ojos brillaban con un rojo siniestro.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí adentro?- preguntó el Harry malvado con una voz que helaba la sangre

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-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí adentro?- preguntó el Harry malvado con una voz que helaba la sangre. Su mirada carmesí parecía brillar con ira. Su voz parecía resonar por toda la casa.

El miedo se apoderó de Emely, y retrocedió instintivamente. Pero el doble malévolo sin esperar respuesta se movió con una velocidad sobrenatural, apareciendo frente a ella en un parpadeo y tomándola por el cuello en una amenaza silenciosa. La alzó con un solo brazo hasta que Emely sintió sus pies abandonar el suelo.

Con un grito ahogado, Emely luchó contra el agarre, su instinto de supervivencia superando el terror. Con un esfuerzo desesperado, pateo el pecho de su atacante, se liberó y corrió, sus pies apenas tocando el suelo mientras escapaba de la figura amenazante.

Y entonces, tan abruptamente como había comenzado, el sueño se rompió y Emely despertó. Estaba de vuelta en el cuerpo de Harry, su respiración agitada y su frente perlada de sudor. La realidad del dormitorio de chicos era un consuelo, pero la sombra del sueño persistía, un oscuro presagio de lo que podría estar por venir.

-Por todos los diablos...- Dijo para sí misma sentándose al borde de la cama dirigiendo su mirada hacia la ventana. La única fuente de luz en el dormitorio y en su propia oscuridad.

Este sueño podría simbolizar los miedos internos de Emely y su lucha por mantener su identidad en medio de circunstancias extraordinarias. O podría significar otra cosa muy diferente. Jamás había visto que Harry lanzara una mirada con tanta malicia. Como si quisiera asesinar.

Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora