Capítulo 47: Cuartel de la orden del Fénix.

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Noroeste de Londres.

12 Grimmauld Place.

Sábado 11 de julio 1995 — 03:11 pm.

Harry estaba parado frente al retrato cubierto de la madre de Sirius en el pasillo principal de Grimmauld Place. La casa estaba en silencio, excepto por la presencia de Kreacher, el elfo doméstico. Harry había decidido ayudar a Kreacher a decorar una de las habitaciones del primer piso, que sería donde el elfo viviría, mientras Sirius y Emely no estaban. Kreacher quería conservar todas las cosas importantes de la familia Black, y eso incluía el retrato de Walburga Black.

El retrato estaba fijado en la pared con un hechizo permanente, y no había manera de despegarlo por medios convencionales

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El retrato estaba fijado en la pared con un hechizo permanente, y no había manera de despegarlo por medios convencionales. Kreacher, aunque molesto por recibir ayuda de un "traidor de la sangre" como Harry Potter, no podía ocultar su gratitud por la nueva habitación.

—Voy a intentar algo, Kreacher—dijo Harry mientras se quitaba los anteojos y comenzaba a percibir toda la magia a su alrededor —Pero no te aseguro que funcione.

Kreacher se retorcía las manos con ansiedad. —No intente dañar el retrato de la señora Black... por favor— suplicó, su voz temblando.

Harry asintió, comprendiendo la importancia del retrato para el elfo. Se concentró, tratando de pensar en una manera que pudiera liberar el retrato sin usar su varita y sin causarle algún daño. Sabía que la magia que lo mantenía en su lugar era poderosa, pero estaba decidido a intentarlo. Podía ver un hilo de magia blanca rodeando las paredes y el techo del departamento. Harry supuso que se trataba del encantamiento Fidelio. Del resto percibía ciertos objetos mágicos que no emitían mucha energía, pero el retrato que tenía frente a él estaba rodeado por una energía rojiza.

Harry quería intentar interactuar con la energía al igual que lo hizo en Holly Green. Pero no estaba seguro de cómo hacerlo. Solo extendió su mano y se propuso a intentar tomar esa energía entre sus dedos.

—Despréndete— murmuró Harry, Arrastrando la energía de la pared. La magia chisporroteó en el aire, y el retrato se sacudió en su lugar, despertando a Walburga. Los gritos de la mujer comenzaron a resonar por todo el pasillo.

Kreacher observaba con ojos ansiosos y las manos cubriendo sus orejas, esperando el resultado. Aunque no lo admitiera, estaba agradecido por el esfuerzo de Harry. La relación entre ellos era complicada, pero en ese momento, compartían un objetivo común.

Harry con una mueca de dolor se cubrió los oídos antes de hablar—Creo que funciono Kreacher... intenta moverlo ahora.

Kreacher hizo un gesto con la mano y el cuadro comenzó a flotar dejando una silueta de polvo rectangular en la pared. Le dedico a Harry lo más parecido a una sonrisa torcida antes de chasquear los dedos y que el cuadro fuera enviado a la nueva habitación de Kreacher.

—El amo Potter es un mago muy poderoso— Comentó Kreacher haciendo una reverencia exagerada— Que puede hacer Kreacher para compensarle su consideración...

Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora