FanFic de 317.000 palabras (hasta ahora)
Esta historia comienza en el cuarto año y se desvía del canon oficial.
Se actualiza los domingos.
Harry Potter: El Cuervo entre el Ciervo y la Nutria.
Es una historia alternativa que narra cómo Harry se en...
Harry Potter, un joven auror de cabello blanco, esperaba en una esquina del Callejón Knockturn temprano en la mañana. Las tiendas aún no estaban abiertas y se veían muy pocas personas deambulando por la zona. La niebla matutina envolvía el callejón, creando un ambiente sombrío y misterioso.
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De pronto, dentro de un callejón oscuro a su lado, apareció su compañero auror Draco Malfoy, sujetando firmemente a un hombre de baja estatura por la chaqueta. Draco lo empujó hacia Harry, y el hombre, al ver a Harry, comenzó a temblar de miedo.
—Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí, Draco? ¿Un informante retrasado? —dijo Harry con sarcasmo mientras se cruzaba de brazos.
Draco soltó al hombre frente a Harry para que hablara.
—No suelo estar... despierto a esta hora, Harry, yo... —tartamudeó el hombre, interrumpido cuando una varita de madera negra apretó su garganta.
—Para ti es Agente Potter, pedazo de basura —dijo Draco, apretando la punta de su varita contra el cuello del hombre—. La grandeza de ese nombre no te cabe en la boca, miserable.
—Tranquilo, Draco... Escuchemos lo que tiene que decir nuestro amigo para irnos temprano. Hoy es el día en que llegan los nuevos aspirantes.
El hombre comenzó a hablar, su voz temblorosa. Explicó que desde que Harry había tomado las riendas para cazar a los magos oscuros, los tratos para comerciar objetos malditos y otros negocios turbios ya no se hacían a plena luz del día. La gente sabía que el equipo de Harry estaba vigilando siempre. Por lo tanto, ahora estaban encontrando nuevos métodos para contrabandear mercancía de interés, pero él no sabía cuáles eran esos métodos. No tenía acceso a los círculos correctos por ahora.
Harry lo miró con desdén y dijo:
—Te estoy pagando por información de calidad. Para la próxima, espero algo más que simples rumores.
El hombre asintió rápidamente, el miedo evidente en sus ojos. Draco lo soltó con un empujón y el hombre salió corriendo, desapareciendo en la niebla del Callejón Knockturn.
—Vamos, Draco. Tenemos un largo día por delante —dijo Harry, girándose para caminar hacia el Ministerio de Magia.
Draco asintió, guardando su varita y siguiendo a Harry— Bueno, no ha sido nuestra mejor semana. Y apenas está comenzando.
—Creo que te estoy entorpeciendo Draco. Mi fama de nuevo se interpone en el camino. Quizás tenga que alejarme del campo un tiempo.
—Que estés en el campo es la razón de que eso magos oscuros estén desesperados por una nueva forma de vender sus porquerías.
—En ese caso te asignare la tarea de entrenar a los nuevos este año— Dijo Harry con una sonrisa.
