Callejón Diagon.
Jueves 30 de Julio 1995 — 3:45pm.
Emely Black caminaba con paso decidido por el bullicioso Callejón Diagon, su capa negra ondeando tras ella como una sombra alargada y protegida por su sobrero. A su lado, Ginny Weasley miraba a su alrededor con ojos llenos de curiosidad, sus pensamientos centrados en encontrar el regalo perfecto para Harry. Emely había ofrecido todo el dinero que fuera necesario, asegurando que el costo no sería un problema.
A pesar de su personalidad arrogante, Emely había desarrollado un respeto por Ginny después de que esta la derrotara en una partida de ajedrez mágico. La joven Weasley no era fácil de descifrar, y su tenacidad había ganado la aprobación de Emely.
Ambas chicas se detuvieron frente a una tienda particularmente extraña, su escaparate lleno de objetos curiosos y raros. La tienda parecía casi escondida entre otras más llamativas, pero Emely sintió una atracción inexplicable hacia ella.
—Entremos aquí —dijo Emely, empujando la puerta y haciendo sonar una campanilla que colgaba sobre el marco.
Ginny la siguió, sus ojos brillando con anticipación. El interior de la tienda estaba iluminado por una luz suave y cálida, y el aire estaba lleno del olor a pergaminos antiguos y hierbas exóticas. Estanterías repletas de objetos mágicos se alineaban en las paredes, cada una más intrigante que la anterior.
—¿Qué tipo de regalo crees que le gustaría a Harry? —preguntó Ginny, rompiendo el silencio.
Emely se detuvo frente a una vitrina llena de relojes encantados y amuletos protectores.
—Harry es fácil de impresionar cuando se trata del mundo mágico —respondió con una sonrisa sardonica—. Pero conozco algunos de sus intereses. Es una lástima que no vaya más allá de las escobas y su nueva obsesión por los libros antiguos. Creo que algo que combine utilidad y un toque de misterio sería ideal.
Mientras recorrían la tienda, Emely se detuvo ante una caja de música mágica. Al abrirla, una melodía suave llenó el aire, y una pequeña figura de un fénix comenzó a moverse al ritmo de la música.
—Esto es hermoso —comentó Ginny, observando la caja con admiración.
Emely asintió, pero su atención se dirigió a otro objeto: una espada pequeña y elegante, con inscripciones en un idioma antiguo. Parecía ser más que una simple arma; tenía un aura de poder y protección.
—Creo que esto podría ser perfecto —dijo Emely, señalando la espada.
Ginny la miró, sorprendida.
—¿Una espada? ¿Para Harry?
Emely asintió, su mirada seria con media sonrisa.
—No es solo una espada. Tiene inscripciones de protección rúnicas. Harry siempre ha sido un protector, y esto simbolizaría esa parte de él.
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Harry Potter: El Cuervo Entre el Ciervo y la Nutria.
FantasyFanFic de 317.000 palabras (hasta ahora) Esta historia comienza en el cuarto año y se desvía del canon oficial. Se actualiza los domingos. Harry Potter: El Cuervo entre el Ciervo y la Nutria. Es una historia alternativa que narra cómo Harry se en...