Capítulo 30

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23 De diciembre de 1943

Viernes por la Mañana

Su tiempo con los Goldhorns finalmente había llegado a su fin hace solo una hora. Se había despedido de los diversos miembros de su familia que había conocido, los mayores incluidos a pesar de que no podía hablar con ellos sobre ningún número de temas que probablemente tendrían una idea de — las despedidas más largas que había dado eran obviamente las principales familia, incluida Althaia, y habían tomado bastante tiempo.

Sarah se había visto especialmente triste, la niña le había abrazado después de cada pocos pies; Sana le había dicho que Sarah odia las despedidas, pero incluso la niña mayor parecía un poco triste verlo ir tan temprano. Fue solo entonces cuando se dio cuenta de que se había olvidado de bromear con ella y Katie también, por muy poco importante que fuera, no pudo evitar sentirse un poco desanimado por la falta de recuperar a las dos chicas traviesas. Sin embargo, lo que fue peor fue la falta de algo demasiado importante después de haber sido discutido con el hermano y la madre de Sarah.

Harry realmente había pensado que repasarían al menos un tema u ofrecerían algo similar a los Carrows, pero no lo habían hecho. En cambio, lo habían llamado a la discreción, así como a defender a los Goldhorn restantes en Hogwarts al mismo tiempo que solicitaban su ayuda con un próximo proyecto de ley; uno que pensó que apoyaría por salvar vidas de otros magos británicos, ya que sabía que Dumbledore eventualmente vencería al Señor Oscuro.

Independientemente, Harry se había despedido por última vez (por décima vez más o menos) en el Floo con la rama principal de los Goldhorn mirando, así como Althaia — la última chica lo había hecho prometa que le escribiría y cuando mencionó la distancia, su respuesta fue tan simple que se sintió estúpido por perderla.

'Floo', había dicho, dejándolo llegar a su propia conclusión, lo que hizo cuando solo habían pasado unos segundos.

Ella tenía a Floo con su familia con la carta destinada a él, entonces, uno de los búhos Goldhorn lo buscaría en lugar de volar desde Grecia propiamente dicho.

Sarah obviamente le hizo prometer que también la escribiría a pesar de la semana de descanso restante hasta que se vieran nuevamente en Hogwarts, aunque hacerlo era más que probable para la inclusión en lugar de cualquier anhelo de hablar con él. Habían pasado la mayor parte del tiempo juntos en privado, en público y en viajes a través de las diversas partes de su casa.

"Señor maestro Peverell", la voz de Zabbey despertó a Harry de su posición de acostarse boca abajo en su cama, profundamente en sus pensamientos.

"Sí?" La voz amortiguada de Harry respondió, el niño retrocedió para escupir algunas piezas de pelusa de sus sábanas.

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