Capítulo 93

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Harry se despertó con un dolor en los hombros y una ligereza en la cabeza, los indicios de una niebla sobre su cerebro se dieron a conocer segundos después de que se levantó. Después de una noche particularmente interesante y cariñosa con Elaine, la había dejado descansar en su maravillosa cama debajo de esas sábanas de seda que ella había insistido en que compraran. Había querido descansar con ella, por supuesto, pero había un poco de trabajo que necesitaba hacer y así con un poco de ayuda de Laddey — con quien Harry se encargó de enviar por alcohol — Harry se fue a la oficina. A partir de entonces, hasta que pasó una hora y media, se sentó en una silla grande, adornada y cubierta de tela con papeleo y lectura en su mente.

Corene le había enviado una misiva, al igual que Aster y, curiosamente, una carta conjunta le había sido dirigida por Sarah y Marcus. Había pasado un buen rato desde que se había tomado el tiempo para interactuar con cualquiera de sus amigos de fuera de Slytherin; Marcus, Veronica, Sarah, todos los Goldhorns, de verdad. Harry había estado muy ocupado con el Ministerio, y ahora, su tiempo se comió aún más. Él era el Viceministro para poder ayudar a Elaine a consolidar su poder sobre el Ministerio en su conjunto, y se le encargó ayudarla a mantener el favor público y garantizar que los seguidores de Grindelwald fueran destruidos.

Su tarea estaba casi completa con los pocos sobrevivientes escondidos en Azkaban, pero Harry no descansaba. Eso fue lo que recibió a través de palabras de Corene y Aster, asistencia. Asistencia para localizar historias de Grindelwald que iban desde lugares que el hombre favorecía hasta hechos simples y menos conocidos sobre el hombre. Harry no estaba seguro de cómo Elaine había oído hablar del pequeño lugar druídico en Bielorrusia o por qué Grindelwald había estado tan interesado en él, pero el trabajo que había hecho demostró ser extremadamente beneficioso para ellos. Si ellos asumido ese era el único Horrocrux que el hombre había hecho, era todo mejor, pero ni ella ni Harry creían que ese fuera el caso.

Grindelwald puso mucho stock en los cuentos, especialmente los relacionados con la casa de Harry, Peverell. Había comandado la cresta de la familia Peverell y más allá de eso, parecía decidido en las Reliquias. Harry tenía un interés en ellos, todos incluían a Elaine, pero no tenía el poder de los tres ni el conocimiento de ellos para unirlos si localizaba y tomaba la Capa de la Muerte. Fue con los Potter si recordaba correctamente lo que Dumbledore le había dicho hace tantos años. Marcus podría tenerlo, o su hermano, o su padre o posiblemente incluso la otra rama por completo.

Harry no sabía qué miembro de House Potter era el que tenía el artículo que era, en su mente, legítimamente suyo. Afortunadamente, tampoco fue necesario para la derrota de Grindelwald. Entre su varita y la de Elaine, el hombre había caído bajo sus esfuerzos conjuntos...Dumbledore y McMacson también merecían su propio trato de crédito. Los dos habían debilitado al hombre, en su mayoría el primero y menos el segundo, pero en esta línea de tiempo, Dumbledore no sería recordado como el hombre que superó a Grindelwald. Esta vez, fueron Harry y Elaine, y fue la joven pareja a la que la sociedad mágica de su tierra natal buscaría orientación, seguridad y más.

El Poder del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora