✞༒ 𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 ༒✞ || Derek Hale fanfic

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The dance
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— ¿El estará bien?

Cuestiono preocupada a Deaton mientras veo como el hombre termina de colocar una venda en el abdomen de Scott.

— Lo estará.— Afirma y suspiro.— Gracias por traerlo.

— No podía llevarlo a casa.— Digo.— Mi padre no tiene lo necesario para curar heridas de acónito y....Peter estaría ahí. No podría seguir poniéndolo en peligro.

Tomo la mano de Scott entrelazándola con la mía y suspiro.

— Lo quieres ¿no es así?.— Cuestiona el doc y sonrió débil al chico en la mesa metálica.

— ¿Puedes culparme?.— Sonrío.— Su torpeza y...su gran corazón hizo que se ganara mi respeto y cariño.

— Apuesto a que él siente lo mismo por ti.

Volteó a ver al doc y sonrió de lado.

¿Me asuste? Definitivamente.

¿Estoy triste? No, pero si decepcionada.

¿Estoy furiosa? Oh....claro que lo estoy.

Anoche....me lleve uno de los peores sustos de mi vida al sentir a Scott herido. Creí que lo llegaría a tiempo hacia el, pero lo logré.

Lo encontré gravemente herido en el bosque cerca de la casa Hale. Aún no entiendo el porque, pero lo descubriré. Ver a Scott de esa manera....me partió el corazón.

Heridas de bala con acónito, su torso lleno de sangre por culpa de las heridas, sangre negra saliendo de su boca, y verlo....arrastrándose por el suelo adolorido.

Si, todo eso hizo que casi quemara todo el bosque.

No se de donde salió tanta fuerza, pero lo agradezco porque así pude cargar a Scott y traerlo rápido a la clínica veterinaria.

No porque él sea una clase de perro ni nada por el estilo, pero el veterinario es amigo de mi padre y jefe de Scott.

Es de confiar.

— ¿Scott?.— Miro atenta al chico al verlo removerse en la mesa metálica y sonrió.— Hola.

— ¿Allison?.— Cuestiona el chico confundido y niego divertida.

— Casi, pero no.— Digo ayudando al chico a levantarse.— ¿Como te sientes?

— Adolorido.— Responde quejoso.— ¿Que fue lo que sucedió?

— No lo se, dímelo tú.— Digo.— Te encontré moribundo en medio del bosque cerca de la casa de los Hale y....

— Tenías heridas de bala con acónito en abdomen y brazos.— Secunde Deaton entrando a la habitación y el chico lo ve confundido.— Hola, Scott.

— Hola.— Saluda extrañado.— ¿Como...usted...? Creí que solo atendía a perros y gatos.

— La mayoría de las veces.— Responde el hombre y Scott frunce su entrecejo.