A la mañana siguiente Dégel se dirigía a su primera clase, aquel día no llevaba su distintivo listón en el pelo ni su corbata, se le había hecho tarde.
Caminaba a paso tranquilo, en realidad no le preocupaba, sabía que cualquier cosa que fuera comentada en la clase él lo entendería enseguida.
Se sentía bien, una vez llegado a la puerta de su aula se fijó en los bolsos pequeños de su mochila, tomando la caja de supresores.
Tomó dos de aquellas pastillas y soltó un suspiro, aún le guardaba irritación a una personita que probablemente se encontraba en el salón.
Al entrar sintió su cuerpo flaquear, no entendía lo que pasaba. Pronto sintió los ojos azules de aquella persona en su presencia, haciéndolo dudar. De todas las personas que lo miraban ¿Por qué sólo lo sentía a él?.
Frunció el ceño levemente, aunque fue por segundos, pronto el maestro del salón le dio la bienvenida.
— Buenos días Dschubba, adelante.
— Buen día, disculpe la tardanza.
Caminó a pasos torpes a su lugar, el cuál tomó rápidamente, haciendo más ruido del que pensó con la mochila.
Agradeció cuando el profesor siguió con la clase pendiente, sentía que la atención que tenía encima se había ido.
Toda su calma que tenía como sentimiento inicial del día parecía haber huido, su mente era un desastre.
Su inquietante alma parecía estar sufriendo.
Solo recordaba el olor de aquel dominante, el tacto que le brindaron sus labios a su cuello, y lo caliente que se llegaba a sentir en ese momento.
Arrugó la hoja del cuaderno que estaba bajo su mano, apretando los labios.
Recordaba que después de tomar sus supresores quedó dormido en el teatro, hizo su mayor esfuerzo para tomar asiento en los lugares que había, para luego seguir durmiendo.
Le fue despertado, una mano traviesa jugaba con los largos mechones de su cabello, al abrir los ojos pudo notar a Kardia, quién le quitó la mano de encima, parecía enojado.
— ¿Qué hace...?
— Si ya te sientes mejor vete de aquí. Perdiste todas las clases cómo quiera.
Sintió como su cabeza fue recostada en los asientos, dándose cuenta que estaba encima de la pierna de Kardia.
No entendía nada.
Escuchó la puerta del teatro cerrarse cuando el mayor salió del lugar, ni siquiera esperó a que le contestara, solo desapareció.
Dégel se quedó ahí, observando el techo en silencio.
— ¿Joven Dschubba?.
Al reconocer su apellido en las palabras del profesor reaccionó, lo miró atento, sin saber qué ocurría.
— ¿Se encuentra bien, joven Dschubba?.
— Si profesor, me disculpo.
— ¿Escuchó la clase?.
— Si.
Estaba mintiendo.
— ¿Está de acuerdo con el joven Antares?.
Ese apellido le iba a causar un golpe de calor en cualquier momento.
— ¿Para qué?.
El profesor, quién se sorprendía por el comportamiento de Dégel volteó a ver al de esponjados cabellos, dándole la palabra.

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Omegaverse.
FanfictionOmegaverse, coincidencias, destinos, encuentros... ¿Qué podría pasar? . × Pequeña historia omegaverse de Milo y Camus, junto Kardia y Dégel. . Empezada: 15/01/2024 Terminada: 24/12/2024.