Otra semana completa pasó, la relación de ambos dominantes mejoró con el paso de los días, esto fue notado a lo grande, más por las señales que el alfa daba.
En el salón de clases, Kardia se encargó de saltar aquellos cinco asientos y bajar el escalón para estar alado del menor, nadie ignoró eso, era día a día el cambio y nadie se atrevía a decirle algo, solo lo dejaron ser.
También cambió la situación de visitas al recoger a los menores, ahora Dégel iba por Camus a la casa de los Antares, donde saludaba y tenía una larga conversación con Kardia, eso fue notado rápidamente por los padres de los hermanos. Su hijo mayor era una sorpresa andante.
En el trabajo de equipo, todas las reuniones seguían siendo en la casa de Kardia, la cual Dégel mantuvo en silencio una vez que el mayor le comentó que nadie sabía de ella, pues aveces quería su privacidad. Se sintió halagado cuando supo que era la primera persona en saber de su existencia, ni siquiera Milo sabía.
Dégel sentía una chispa de emoción que le hacía falta en su vida cada vez que se encontraba con el alfa, ahora se preguntaba ¿Por qué nunca supo de él si su primo lo conoció desde hace ocho años?. Eso lo hacía darse cuenta de lo profundamente perdido que estuvo en sus estudios la mayoría de su vida.
Agradecía que el comportamiento del alfa había cambiado un poco, seguía llamándolo mocoso y lo molestaba con cualquier cosa, pero respecto a su rut, en toda la semana que le quedaba nunca más le tocó un pelo, los únicos casos fueron los golpesitos en la frente para llamar su atención. Ahora sabía que Kardia ya estaba fuera de su ciclo.
Pero sabía que el de él se acercaba.
Ese día, inicio de fin de semana, se encontraba en el estacionamiento de la universidad, ya había salido de las clases y estaba esperando a Kardia. Sabía que el mayor no había llevado su carro ese día, más no estaba enterado de la razón.
Por curiosidad, y más otra razón que tenía, lo decidió esperar. Y no tardó mucho para que aquel alfa de cabellos esponjosos se presentara ante su puerta, la cuál no fue necesario tocar, pues Dégel abrió.
— Pensé que te habías ido. —mencionó Kardia agachándose frente al menor.
Estaban frente a frente, algo que, por alguna razón, hacía sentir nervioso al oliva.
— Lo estaba esperando.
— Ah, ¿Si? —ladeó la cabeza, curioso— ¿Me extrañabas? Nos vimos hace una hora.
— No... No es eso. —dijo mientras se quitó los lentes, viéndolos atentamente— Pude notar que hoy no vino en coche, pensaba que...
— ¿Podías llevarme a casa?.
— Así es.
Kardia sonrió mostrando los dientes, se levantó y caminó a la otra puerta, abriendo la misma para tomar asiento alado de Dégel. El oliva solamente cerró su puerta, encendiendo el carro. Sabía que el alfa aceptaría.
— Adelante chófer, vámonos.
No recibió respuesta alguna, pero no era necesario, el omega empezó a salir del estacionamiento en silencio.
El alfa rápidamente distinguió un aroma que no pertenecía a Dégel, pero lo reconocía por olerlo en su hermano todos los días. El carro apestaba a su cuñado.
Bajó la ventanilla del carro, llamando la atención del menor, quién no dijo nada, solo siguió manejando.
Le sorprendió cuando percibió el olor a lirios que desprendió Dégel ¿Fue muy obvio? Aquel aroma no le molestó, en cambio, lo empezó a tranquilizar.

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Omegaverse.
FanfictionOmegaverse, coincidencias, destinos, encuentros... ¿Qué podría pasar? . × Pequeña historia omegaverse de Milo y Camus, junto Kardia y Dégel. . Empezada: 15/01/2024 Terminada: 24/12/2024.