Desde el último lunes que se vieron en casa de los Dschubba pasaron toda la semana sin hablarse ¿La razón? Ni ellos sabían.
Ambos siguieron yendo a las mismas clases, incluso el omega había ido a talleres ese fin, pero ninguno de los dos se acercaba al otro.
Si se encontraban ya sea en los pasillos o al entrar y salir del salón solo se limitaban a asentir al otro, con eso terminaban cualquier otro contacto.
Kardia no quería tomarle importancia, se la pasaba repitiendo mentalmente que aquel omega no importaba en su vida, era una persona normal igual que las otras. No le importaba si se hablaban o no.
En cambio Dégel se preguntaba el qué le pasaba al alfa ese, se le hacía extraño que no se le acercara, ni siquiera le llamaba mocoso nuevamente.
Tenían unas palabras en mente "Si él no me habla yo tampoco". ¿El orgullo dominante? Si.
En una nueva semana el alfa se sentía bastante irritado, eran de nuevo aquellas clases las que lo estaban haciendo pasar un mal rato. Caminaba ignorando todo a su alrededor, sentía un dolor de cabeza horrible y molestias en el cuerpo.
Su atención fue robada al ver una silueta caminar por enfrente de él, casi chocaba con aquella persona, solo que la evitó frunciendo el ceño.
Era Dégel, el omega se dirigía al teatro de la universidad con una carpeta en manos.
Pudo sentir el aroma del oliva más fuerte de lo habitual, esta vez no era el de Camus, solo el de él. Sintió su cuerpo reaccionar a ellas, las encontraba llamativas.
Siguió instintivamente al menor, quién al sentir una presencia a su espalda volteó a verlo, respirando las feromonas penetrantes de Kardia.
— ¿Qué está...?.
Fue empujado hacía los adentros del teatro con brusquedad sin dejarlo decir más, fue acorralado a la pared, haciéndolo tirar aquella carpeta de sus manos.
Las feromonas de Kardia eran bastante fuertes, lo estaban llamando con una necesidad exagerada. Dégel sintió el miedo recorrer todo su cuerpo, era como aquella vez que conoció al alfa.
Con el paso de los días había recordado lo sucedido antes de que entrara en celo, se encontraba saludando a los maestros y el último salón que visitó fue la cancha de básquetbol, en cuánto llegó al lugar pudo oler unas alteradas y emocionadas feromonas. Eran de algún jugador que se encontraba ahí ese día.
Oliendo el aroma de Kardia y comparándolo con las de aquel día, no había ninguna duda.
— Maldita sea...
Kardia fue quien le ocasionó el celo aquella vez.
Ahora lo veía atentamente, los ojos del mayor estaban perdidos, era claro que Kardia estaba pasando por su rut.
— ¿Maldita sea? ¿Es lo único que dirás?. —habló Kardia apretándolo de su agarre— Eso me sorprende del señor perfecto.
El teatro pronto fue llenado de las feromonas de Kardia, el dominante en él quería lucirse ante el omega. Su cuerpo estaba ardiendo y su miembro dolía de manera horrible, las palabras dichas hace un momento fueron profundas, tenía la voz ronca.
— Está en su rut, debe de irse de aquí.
En cambio las palabras de Dégel eran casi un susurro, agradecía que el teatro estaba vacío, estarían en problemas si no fuera así.
Una sonrisa se dibujó en los labios de Kardia, el menor se le hacía más atractivo en ese momento.
— ¿Siempre has sido tan lindo?.
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Omegaverse.
FanfictionOmegaverse, coincidencias, destinos, encuentros... ¿Qué podría pasar? . × Pequeña historia omegaverse de Milo y Camus, junto Kardia y Dégel. . Empezada: 15/01/2024 Terminada: 24/12/2024.