23.

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Cuando los Antares llegaron a casa encontraron a sus padres sentados en la sala,  claramente los estaban esperando, así que tomaron asiento delante de ellos.

Milo estaba mirando su teléfono para escribirle a Camus, pero el mismo se le fue arrebatado por Kardia. Iba a protestar cuando su padre le llamó la atención, haciéndolo que se quedara en silencio y quieto.

Se sentía ansioso, también se estaba frustrando poco a poco. No era fanático de los momentos tensos, y más en su familia, que por todo había momento para sonreír.

Sabía perfectamente que si Mystoria había hablado con sus padres y les había informado lo que pasó con Camus lo iban a regañar como le mencionó Kardia, pero en realidad no le importaba, de verdad lo único que quería en ese momento era saber algo del omega.

— ¿Pueden comenzar a hablar? Me estoy estresando.

Una sonrisa de burla llegó a los labios de Kardia, Milo frunció el ceño por aquello, tenía ganas de soltarle un golpe en el brazo.

— ¿Qué quieres que te digamos Milo? ¿Qué estamos contentos después de que nos dijeran que Camus puede estar embarazado? ¿eso quieres?.

El de cabellos castaños parecía enojado de verdad, mientras tanto zaphiri solo lo veía con los brazos cruzados.

— Camus aún puede ser tomado por un niño Milo, ambos están bastantes jóvenes. —siguió hablando Krest, su voz baja pero firme— Incluso lo tienes que saber ya que eres un año mayor que él.

— Krest... —le llamó Zaphiri, poniéndole una mano en la espalda a su omega.

— No sabes lo difícil que es estar embarazado, los cuidados que se le tienen que brindar al omega, la recuperación trás el parto, todo es difícil Milo.

— Papá... —ahora le llamó Kardia, sabiendo lo alterado y afectado que podría estar su papá.

— Yo... no sé cómo sentirme Milo, aún eres mi pequeño hijo que lloraba porque su hermano le hacía muecas feas... no sé qué decirte... felicidades.

El mencionado ahora sí sentía el peso de todo encima, su papá lo estaba felicitando por ser un futuro padre, eso no lo esperaba para nada. Una sensación ansiosa le inundaba el estómago, se sentía tan... tan mal. ¿Por qué se sentía así?.

— Puedo confesar que no me sorprende que Mystoria nos haya llamado hablando sobre el tema, de verdad se tardaron tú y Camus. —mencionó Zaphiri— Solo falta tu hermano en hacerme abuelo.

— ¡No me metan a mí en esto! Aún no serás abuelo por mi parte. —exclamó Kardia, quién miraba su teléfono.

— Tu hermano de diecisiete ya lo hizo, no me sorprendería si tú con veinticinco llegaras un día de esto con un bebé en brazos con la sorpresa de que también tienes una casa propia y un omega a tu lado. 

— ¡La vejez te está haciendo decir estupideces!

— ¡No estoy viejo maldito mocoso!.

Los Antares mayores guardaron silencio cuando vieron que el omega de la casa se paró de su lugar, acercándose a Milo. El de cabellera iris también se levantó, pronto se vio envuelto en los brazos de su padre. La sensación era relajante, pero a la vez lo llenaba de un miedo que no podía explicar. ¿De verdad sería padre? ¿de verdad su papá lo felicitó?.

— Mystoria me dijo que mañana quiere que vayamos al consultorio de Scarlet, averiguaremos si hay un bebé en Camus, y si es así, cuántos meses lleva...

— Creo que la respuesta es obvia, seré tío. —mencionó Kardia con una sonrisa.

Se levantó después de su padre, también le dió un abrazo al alfa menor, quién para en ese momento tenía los ojos llorosos. Kardia fue el que abrazó a su hermano por más tiempo, le podía sacar una cabeza y más de altura a Milo.

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