(72) Other Life

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Despertar, y lo primero que veo es al hombre más guapo del mundo dormido, es algo que de verdad todos los días digo "gracias dios". Y luego voltear al otro lado y tener a mis gemelos dormiditos igual que su papá, con el mismo gesto en la cara.

Hace poco cumplieron su primer mes, y me dio mucha nostalgia, por que no hace mucho estaban dentro de mí. Puede que este exagerando un poco, pero soy mamá primeriza y se me ha pasado muy rápido el tiempo.

Y hablando de tiempo, nos quedaremos unos días aquí en México. Ya extrañaba estar acá, el ambiente, la comida, la música, bailes, todo. Me sorprendió cuando Charles fuera el que propusiera el viaje, pero me gustó que lo hiciera por que de verdad deseaba volver.

Ah y claro que no, no estamos en un hotel, estamos en la casa de mis padres osea en mi casa. Apesar de que ya no vengamos muy constante por acá, la mantienen muy limpia. Siempre el lugar favorito de la casa será mi habitación, por eso en vez de dormir en otro de los cuartos, mejor propuse quedarnos en el mío.

Aquí hay muchas cosas que son recuerdos, cosas que tal vez no le haya contado a nadie, inclusive a Charles. Pero no son cosas de que preocuparse, si no son cosas que hacia de niña, de adolescente, que quedaron en fotos, así que dudo que Charles no les haya prestado atención.

Solo es cuestión de esperar a que haga sus preguntas para responderlas como corresponde.

Charles ayer por la noche, me pidió que el día de hoy al atardecer fuéramos a la playa a comer junto con nuestros hijos.

Pero me lo dijo de una manera muy misteriosa, como si estuviera tramando algo, aveces no disimula muy bien. Antes de viajar aquí, la señora Pascale me llevó a arreglarme las uñas, no soy de las que se pone uñas ya que me la paso todó el día en la computadora y ahora tengo hijos que cambiar.

Claro que una vez, no está mal. Puedo tomarme un pequeño break de esto, puedo manejarmelas, alcabo Charlie también me ayuda en eso. Volviendo al tema, anda muy misterioso, espero no sea algo de lo que tenga que preocuparme.

Sin hacer mucho ruido me levanto para darme una ducha, antes de que Mateo y Jules despierten pidiendo de comer. Por qué de verdad que estos niños no perdonan su hora.

No tardo mucho en hacerlo, así que tarea cumplida. Mientras me cambiaba, recibí un mensaje de algunos de mis amigos que tengo aquí, había prometido que cuando volviera si o si iría a comer con ellos.

No creo que pierda mucho tiempo en hacer una visita ¿no?

Y bueno, que bueno que por fin se despierta Charles para decirle de una vez. Digo son casi las 12 del medio día, y pues el tiempo últimamente para mi, corre muy rápido.

- Charlie, ya despierta flojo. Tus hijos duermen lo mismo que tu.

- ¿Es temprano no?.- dice con voz ronca.

- Son casi las 12 Charles. Esta vez si me sorprendiste. Siempre eres el que despierta antes.

- Te culpo a ti mujer.

- ¿A mi? Si tu fuiste el que andaba de sangre caliente en la madrugada.

- Tenía que hacerlo amor, nuestros hijos ya dormían así que tenía que aprovechar la oportunidad.

- ¡Por dios Marc! Bueno que bueno que despiertas por que quería comentarte algo.

- ¿Malo?

- No, no, es que unos amigos supieron que estoy aquí y me invitaron a comer, ya les había prometido que cuando regresara iba ir con ellos.

- Tu tranquila amor. Ve y diviértete ¿si?

- ¿Estas seguro? ¿Y si los niños se ponen necios?

- Amor, para eso estoy yo, su papá. Saldré con ellos a darles un tour por los lugares y cuando pidan de comer, tu tranquila, hay mucha leche en las mochilas.

Please don't go [Charles Leclerc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora