—¿Fuiste allá?— Nick lo recibe comiendo frituras.
Mientras qué extiende su mano para ofrecerle de las mismas.
León niega con la cabeza respecto a las frituras y suspira tomando asiento en uno de los sillones. —Si.— Remoja sus labios. —Tenia qué llevarle el pasaporte.— Agrega ronco.
A lo qué su mejor amigo suelta una carcajada irónica. —¡Desde hace una semana te lo pidió la polvorita!— Se burla rodeando los ojos.
—Lo sé.— Murmura apretando sus labios.
Nick sonríe de costado. —Decime qué lo estabas haciendo sólo para fastidiarla, por favor.— Revolotea sus pestañas y se mete un puñado de papas fritas en su boca.
León traga saliva y niega. —No.— Admite no queriéndo ocultarte nada a Nick.
—¿Y el motivo entonces?— Alza su mano libre.
Y le cuesta comprender a qué juego está jugando León para con Noah. Iniciando de qué no tenía ni la menor idea de cómo es qué había vuelto al gimnasio, ni a qué clase de acuerdo habían podido llegar ambos para que las cosas se mantuvieran relativamente tranquilas.
Teniendo en cuenta qué todo estaba por demás caldeado cuándo León los abandonó.
—No quería verla, no lo sé, Nick.— Suspira por demás frutado.
—¿Y cómo harás en la gira?— Tuerce su entrecejo. —O mejor dicho, quisiera saber cómo hiciste durante esta semana para no cruzarte con ella.— Abre sus ojos por demás, queriéndole dejar en claro qué está sonando cómo un completo bipolar.
León toma su teléfono esperando poder tener novedades de su madre y hermano, y aprieta sus labios con fuerza cuándo la misma le responde qué ahora no puede hablar con él.
Para variar, ella siempre le prohibía hablar con su hermano menor, y no había nada peor para León qué aquello. Teniendo en cuenta que al pequeño le emocionaba por demás cuándo lo llamaba y lo podía apreciar por videollamada. Ni hablar de cuándo lo visitaba y podían pasar, al menos, una tarde juntos para ellos dos solos.
—No estuvo yendo al gimnasio, y es por eso qué fui a dejarle el pasaporte personalmente, y de cualquier manera para tu tranquilidad, tampoco estaba y lo recibió Enzo.— Le hace saber dejando el teléfono sobre la mesa con enojo.
Nick abre sus labios en forma de "O" y luego los vuelve a cerrar.
—¿Y cuándo la veas?— Mueve su cabeza hacía un costado.
—¿Por qué me estás preguntando estás cosas?— Maldice apretando su mandíbula por demás.
El tema de su madre sigue latente de en su cabeza y no puede evitar qué la rabia lo vuelva a consumir por dentro, una vez más, y peor, si toca el tema de Noah, siendo qué ni él tiene la respuesta justa a qué es lo que le sucede con ella.
Y cada vez qué Nick estuvo preguntando por la castaña desde qué llegó a la propiedad qué no puede dejar de pensar en la imagen de la misma durmiendo en aquel sillón, habiéndose quedado más qué sorprendido de que no se había levantado en ningún momento, y tampoco parecía estar fingiendo estar durmiendo plácidamente allí.
—Porque sos mi mejor amigo, y porqué tengo ese título te conozco mucho más de lo qué vos querés admitir, León.— Frunce sus labios sacudiendo sus manos entre sí.
El paquete de papas fritas yace a un lado del teléfono de Leon, completamente vacío.
—¿Y?— Se carajea mordiendo su labio inferior.
ESTÁS LEYENDO
INESTABLE
RomanceALGUNOS CAPÍTULOS ESTÁN EN PRIVADO, (SÓLO TIENES QUE SEGUIR LA HISTORIA Y A MÍ PARA PODER VERLOS) -¿¡Por qué simplemente no te dejas ayudar!?- Exclama exasperada. León se ríe con descaro y sigue caminando a mitad de la noche dejándola sola. -¡Ey, t...