—Lo siento, tenía que decírtelo.— Bufa pasando ambas manos por su cabello. —Se que la mejor hubiera sido esperar a que te viera en persona, pero teniendo en cuenta la gira y que esto llegó hoy, no podía quedarme callado.— Infla su pecho nervioso.
No podía dejar de pensar en que estaba más que de acuerdo en que no era el momento adecuado de lanzar esa bomba de información, por más que la misma fuera una gran noticia, no obstante, no sabía cuándo lo volvería a ver, y necesitaba que su mejor amigo pudiera recolectar las pruebas suficientes para que aquello funcionara.
Además, de dejarle en claro y recordarle con esta carta documento que le había llegado, que no tenía que meterse en escándalos en el tiempo en el que durará la gira, ya que comenzaba a estar en el ojo de la tormenta, y cualquier mínima cosa que pudiera llegar a realizar descolocaría todo.
—No, no tenés porque disculparte, te agradezco realmente que me lo hayas dicho, simplemente me quedé congelado con la información.— Admite tragando saliva y sintiendo cómo el sudor de su cuerpo se convierte cada vez más frío.
Estaba teniendo una pequeña baja de azúcar, y aquello se debía únicamente a la emoción, y a la ansiedad de dicha información que le acababa de contar su mejor amigo.
—No lo puedo creer, ya me estaba dando por vencido.— Parpadea y frunce su entrecejo.
—Lo se.— Nick baja la mirada apretando sus labios en una mueca triste.
Había estado esperando por meses una alerta de llamada sobre el juzgado, gracias a todas las denuncias que él había puesto día tras día en el mismo. Sabiendo que tendría una sola oportunidad de poder demostrar que era solvente ante sus gastos, y que podía mantener a su hermano pequeño, para de esa manera poder obtener la tutela del mismo.
No siendo necesario tener que refregarle en la cara a su madre que le había ganado, a pesar de la infinidad de veces en la que ella había salido ilesa de cada una de las situaciones en las que había sido participe, y sin embargo, no había querido dar la cara para terminar de la misma manera que había terminado su padre.
Esto simplemente lo había hecho a paso puntilloso para poder darle una mejor vida a su hermano, y sacarlo de la potestad de su madre, sabiendo perfectamente que el día de mañana podría llegar a hacer lo mismo para con él, y no quería que le sucediera aquello.
Quería brindarle un techo, un hogar, una excelente educación, y sobre todo, los ideales para que pudiera llevar su propia vida sin estafar a nadie, sin engaños y sin mentiras.
Qué pudiera ser un adolescente normal, que no tuviera que avergonzarse de su pasado, luego, cuando quisiera, pudiera llegar a aprender de los errores de sus padres, y comprender, más que nada, porque es que su familia se encontraba así de fragmentada, y por qué es que él no lo podía visitar, y por qué motivo estaba pidiendo su custodia.
No sería fácil, y León lo sabía perfectamente, es más, fue lo primero de lo que se auto convenció en cuanto quiso iniciar con todo aquel proceso y su mejor amigo lo ayudó a juntar moneda por moneda para poder conseguir un abogado que le explicara punto por punto cómo es que tenía que manejarse.
Y gracias a la ayuda de Nick, es que no había tenido que recurrir a gastar el dinero que ganaba en las peleas en alimentos o un alquiler, en ese entonces, luego, cuando León pudo estar un poco más estabilizado, insistió en que necesitaba pagarle un alquiler a su mejor amigo, por más poco que fuera el mismo, siendo más que nada algo simbólico para poder agradecerle que a pesar de que el departamento era pequeño, el corazón de Nick era más que grande y solidario para con él.
—¡No puedo creer que llegar a la notificación justo cuando no estoy en el país!— Se carajea, e intenta respirar un poco más aliviado, calmando su respiración y diciéndose así mismo para sus adentros que aquello es algo bueno.
—Es tu oportunidad, León, esta es la oportunidad que estuviste esperando durante muchos años para plantarle la cara y demostrar que sos capaz.— Sonríe emocionado al saber que su amigo se encuentra de la misma manera.
Y verdaderamente no puede esperar para verlo y darle un abrazo, siendo la manera que hubiera querido darle aquella noticia.
—¡Carajos!— Sonríe llevando su mano en forma de puño hacia su boca. —No lo puedo creer.— Carraspea y observa hacia el frente, volviéndose a sentir seguro de que está sólo todavía.
—No te puedo explicar mi cara cuándo vi esa carta documento, al principio no tenía ni la menor idea de que era algo bueno, y estaba esperando que fuera todo lo contrario, más lo que me habías contado de aquella pequeña disputa que habías tenido para con el idiota de Kalesi.— Coloca sus ojos en blanco.
Y no puede evitar comenzar a hablar de manera rápida y demostrarle a la bestia que se encuentra por demás emocionado y ansioso, es más, puede llegar a poner las manos en el fuego ahora mismo para asegurarse de que está más emocionado que el mismo León, ya que no cae en la cuenta de lo que acaba de suceder.
—Es realmente una buena noticia y te agradezco que me lo hayas dicho antes de la pelea, porque ahora voy a tener algo porque pelear.— Aprieta sus labios.
Y se pone de pie con la cabeza en alto, tomando su botella de agua y las pertenencias qué había llevado para el gimnasio.
No mentía, ahora sí tenía la mente en claro por lo que tenía que luchar y ganar esa pelea, todo lo que había sucedido para con la castaña lo había obnubilado por completo, hasta el punto de volver a pensar en que era una muy mala idea estar involucrado en el equipo de Alaric Melle, no encontrándole futuro ni solución a cómo es que estaba llevando su vida.
—¡Siempre tuviste algo porque pelear, y gente a tu alrededor que creyó en vos!— Responde.
No estando de acuerdo en que se tire abajo con aquel comentario, ya qué, él mismo vivió cada una de las situaciones en las que León se encontraba cabizbajo y frustrado, y nunca le permitió que tirara la toalla.
—Gracias.— Sisea ronco. —Se que no necesitas que te lo diga, porque sos el primero que lo sabe, pero no hubiera podido hacer esto sin vos.— Infla su pecho.
Nick sonríe negando. —Ya estaba esperando mi agradecimiento.— Bromea para alivianar un poco el ambiente.
Y lo logra cuándo León muerde su labio inferior y comienza a encaminarse hacia la salida del gimnasio, teniendo en cuenta que gracias a la conversación que estaba teniendo para con su mejor amigo, ya se le había hecho un poco tarde para el itinerario que tenía programado.
—Se qué no significa nada, pero me da un poco más de adrenalina para luchar, y sé que voy a tener mis altibajos, pero también sé que vas a estar ahí, así que cuándo me pongas cómo un idiota por favor te pido que no me dejes tirar la toalla.— Carraspea.
Contándole horrores tener que pedirle ese favor.
—No pensaba dejarte ni un sólo día tranquilo, es más, ya me estoy poniendo en campaña para empezar a armar una carpeta con todos los itinerarios que me estás pasando y qué estás haciendo, y con todas esas peleas que vas a empezar a ganar.— Asegura. —Lo vas a lograr, y se qué lo harás a la primera.— Agrega seguro del potencial del musculoso.
Además de qué tenía que hacerlo, la vida se lo debía, y más, si él estaba haciendo aquello por una persona que no era para él mismo ni para su propio beneficio.
—¡Carajos!— Se ríe negando. —¡No puedo creer que está mierda salió bien de una vez!— Festeja suspirando.
—Ahora sólo falta que te acuestes con la castaña para que dejes de pensar en ella, y que ganes esa jodida pelea.— Murmura con maldad.
León coloca sus ojos en blanco y niega con la cabeza al escuchar su comentario, estando más que seguro de que si lo tuviera enfrente, Nick, hubiera hecho un guiño con su ojo para finalizar aquella frase.
—¡No te voy a contar si eso sucede!— Aprieta sus dientes frustrado por aquel tema.
Nick sólo suelta una carcajada. —¡No necesito que me lo cuentes, porque me voy a dar cuenta por tu humor!— Habla con autosuficiencia y con justificación de causa sobre el tema. —¡Y a pesar de que tu vida sexual me interesa y mucho, espero que la rompas la cara a ese idiota con el que peleas hoy!— Deja en claro.
León infla su pecho. —Lo haré.— Demanda.
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INESTABLE
RomanceALGUNOS CAPÍTULOS ESTÁN EN PRIVADO, (SÓLO TIENES QUE SEGUIR LA HISTORIA Y A MÍ PARA PODER VERLOS) -¿¡Por qué simplemente no te dejas ayudar!?- Exclama exasperada. León se ríe con descaro y sigue caminando a mitad de la noche dejándola sola. -¡Ey, t...