—¡¡Sos una vergüenza para la familia!!— Vuelve a golpear la mesa y el café que estaba sobre ella se cae al suelo manchando todo.
Noah no es capaz de moverse, está en shock, quiere salir corriendo de allí, pero sus piernas no le responden, Alaric continúo con su monólogo luego de que ella le respondiera en alguna que otra oportunidad, y ahora no había nada que lo pudiera llegar a detener para hacerlo callar.
—¡¡Yo no sé porqué lo hiciste, Noah, realmente me lo pongo a pensar una y otra vez y no entiendo!!— Chasquea su lengua y suspira cruzando su mirando con ella. —¡¡No quiero pensar que es por venganza hacía mí, ya creo que hiciste suficiente en un pasado.— Niega con la cabeza.
Su hija traga saliva y mantiene una respiración levemente agitada, sin decir una sola palabra.
—Lo mínimo que espero de vos es que trabajes acá, te dejo tener tu otro trabajo, que hayas asistido en la facultad, que hayas trabajado de lo que quisiste mientras te bancabas la facultad porque no dejaste que yo te la pagará, pero lo que espero y siempre lo supiste, es que vos y tu hermano trabajen en esta firma, porque para mí es muy importante, cómo lo era para nuestra familia entera, pero claro ellos lo valoraban más que vos por supuesto... Y por más que quieras o no, ustedes dos se van a terminar haciendo cargo de los gimnasios cuándo ya no esté, y si en su momento lo quieren vender, lo van a poder hacer, y será un problema de ustedes, pero mientras tanto van a aprender de este oficio para cuidarlo y fortalecerlo cada vez más.— Exclama y la señala con él dedo.
Ella se ríe con ironía y niega con la cabeza, al mismo tiempo qué baja su cabeza para que su padre no crucé la mirada con ella.
No puede creer las palabras que él está diciendo, ya que le habla cómo si tuviera quince años y estuviera bajo su tutela, por supuesto, que ambos hermanos son por demás mayores y tienen todo el derecho del mundo en decidir cada uno de lo que quiera trabajar y de lo que quiere vivir.
Noah hace lo que le gusta que es el diseño gráfico y también lo ayuda a él, y está trabajando con su padre día y noche, y si bien, cobra un sueldo por su trabajo, el cuál trabaja incluso más horas que de lo que le gustaría trabajar, o más horas de lo que trabaja en su trabajo diseñadora gráfica, tampoco, se lo tira en la cara.
Pero no puede creer que su padre los trata cómo si fueran de su propiedad, y lo peor es que ellos aceptan porque se siente incómodos por la muerte de su mamá y de sus hermanos menores.
Quienes iba a ocupar el lugar que ella está ocupando ahora en el gimnasio, en realidad era qué uno de ellos iba a ser boxeo convencional, mientras que Enzo se iba a dedicar king boxing y a la jaula, qué es lo que hace actualmente, y el otro se encargaría de la parte administrativa y de marketing, y en caso de que quiera pelear también lo haría... Pero, por supuesto, que los planes fueron los ofuscados a través del acontecimiento del accidente que tuvieron unos años atrás.
Ellos no están ahí por placer, o porque tienen un departamento gratis o porque es un trabajo fácil, si bien, Enzo, disfruta mucho su trabajo porque es para lo que nació, él lo sabe y lo siente, no es un chico que fue obligado hacer esta actividad.
No obstante, Noah sí se siente obligada y siente que no puede dejarlo y sabe que jamás va a dejar de hacerlo, si bien disfruta de lo que es tener contacto con los manager o con las empresas para poder adquirir beneficios y presupuestos ya que es a lo que ella le gusta porque ella estudió para eso también, pero no bajo las normas de su padre.
—¡¿Esperabas así cogertelo!?— Tira la silla a un costado. —¿Cómo pasó con el otro imbécil que te llevaste a la cama hasta que se arruinó todo, e incluso, involucraste a tu hermano?— Demanda llamando su atención.
Ella niega con la cabeza con sus ojos aguados.
—¿Eso esperabas, carajo?— Exclama exigiendo obtener una respuesta por parte de ella.
Ya nada salía de sus labios, había hablado y explicado paso por paso todo lo que paso con León en el momento en el que inició la conversación y pudo intentar llevar las riendas de la misma, y ya no había nada más que pudiera decir para alivianar la situación.
Su padre estaba fuera de sí y lo conocía lo suficiente como para saber que no había nada de lo que ella pudiera llegar a decir o hacer para calmar sus nervios y hacerlo sentir mejor.
Lo había arruinado y lo sabía, de la misma manera que se hacía cargo, pero eso no significaba que las palabras que su padre le estaba dando a borbotones no le dolieran en lo más profundo de su pecho, además de la violencia que él estaba utilizando para referirse hacia su persona y remarcarle cada una de las cosas que hacía mal.
—¡¡¿No podes hacerlo con otros que no sean mis chicos!!?— Exclama completamente fuera de sí.
Y ahí es cuando ella llega a su límite, ya que con Kalesi no había sido cómo su padre pensaba, él se había vuelto intenso con ella, mientras que la castaña no se lo podía sacar de encima, ni evitar los acosos que él le daba.
Se levanta y sus piernas tiemblan, siente el ácido subir por su tráquea, pero las palabras no salen de sus labios.
Su padre vuelve a acercarse a ella tirando las sillas que se interponian en su paso. —¡No podés ni siquiera mantenerte lejos de cualquiera de mis chicos que todo lo tenés que arruinar!— Sisea.
Noah comienza a hiperventilar sintiendo sus piernas flaquear, y antes de qué pueda reaccionar en algo la puerta se abre y es Enzo quién saca a su padre del cuello hacía afuera.
—¡Es suficiente!— Exclama ronco.
—¡Y ahora llegó tu protector, como siempre que lo metes en el medio de todo!— Se burla su padre, queriéndose soltar del agarre del mayor.
—Me meto porque esto me involucra y porque te estás comportando como un verdadero imbécil.— le responde mientras que con el suficiente esfuerzo lo aleja de la oficina.
Le da una mirada a su hermana para que se quede allí y ni siquiera se le ocurra salir de la habitación para evitar lo inevitable, y se aleja con su padre removiendose de su agarre, sabe perfectamente qué el tiene más experiencia, pero él es más joven y no le teme a un par de golpes con Alaric, no si es por defender a Noah.
Más aún, habiendo escuchado absolutamente todo lo que se habían estado gritando el uno al otro, ya que solamente se encontraban en el gimnasio él y el custodio que habían contratado para León, quién era también con quién entrenaban y lo hacían parte de su rutina.
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INESTABLE
RomanceALGUNOS CAPÍTULOS ESTÁN EN PRIVADO, (SÓLO TIENES QUE SEGUIR LA HISTORIA Y A MÍ PARA PODER VERLOS) -¿¡Por qué simplemente no te dejas ayudar!?- Exclama exasperada. León se ríe con descaro y sigue caminando a mitad de la noche dejándola sola. -¡Ey, t...