—¿Estás listo?— Joseph palmea su hombro con una sonrisa de costado al haber terminado el tercer entrenamiento de la jornada.
León asiente tragando saliva y estando más que listo para la pelea.
—Si, no puedo ver la hora de dejarlo entre la reja.— Sisea maldicioso.
Y lo está diciendo ya que toda la rabia contenida en su cuerpo necesita ser sacada de alguna manera, y no ve mejor alternativa que hacer lo que más le gusta que es pelear.
Si fuera poco lo que tiene en su cabeza, la llamada de su madre lo dejó completamente fuera de control, tanto así que tuvo que llamar a su mejor amigo para pedirle que averigüe si sabe algo de su hermano y de lo que está tramando su madre.
No puede darse el lujo de abonar un abogado desde este preciso instante, y es por eso que estuvo juntando a lo largo de todos estos años las pruebas, y sus ingresos para poder dejar demostrado en aquella carpeta que tienen que presentar frente al juzgado que es la persona correcta para poder pedir la tutela de su hermano menor, no obstante, va a tener que solicitar con la presencia de un abogado para que lo pueda asesorar y llevar por todo ese trayecto y camino, y por supuesto que lo hará, pero en el momento indicado, teniendo en cuenta que debe de poder generar el menor costo posible para poder solventar cada uno de sus gastos.
—Te noto un poco perdido, León. ¿Me estoy equivocando?— Alaric se acerca hacia ellos arqueando sus cejas y habiendo escuchado su pequeña conversación.
La bestia Black no hace más que inflar su pecho y negar con la cabeza. —Te aseguro que lo que está en mi cabeza no va a influir en mi entrenamiento y en cómo yo funcione hoy en el cuadrilátero.— Deja en claro alzando su barbilla.
Alaric sonríe y se relaja al saber que León tiene la cabeza en dónde necesita que la tenga, siendo verdaderamente uno de sus favoritos, a lo largo de toda la trayectoria que lleva como entrenador.
—Lo sé, es sólo que a veces te veo muy inmiscuido con tu teléfono y no quisiera meterme en tus asuntos personales, pero sabes que nosotros te ofrecimos un lugar en dónde poder hospedarte sin ningún inconveniente.— Mueve su cabeza levemente hacia un costado al recordarle aquello.
Siendo un gesto que sorprende por completo al musculoso, ya que su entrenador no era de muchas palabras, y menos que menos, era una persona que pudiera llegar a relacionarse de forma más humana para con las personas que lo rodeaban y que no tuviera nada que ver respecto al boxeo, que era su tarea principal y lo único que tenía en la cabeza a todo momento.
—No voy a aceptarlo, Alaric.— Responde duramente.
A lo qué Joseph y Alaric sueltan una carcajada al unísono, habiendo charlado este tema entre ellos con anterioridad, y llegando a la conclusión de que era más que obvio que el rubio respondería de la misma manera en la que está respondiendo ahora mismo.
—No sé qué problemas tendrás en aceptar una vivienda, que te será descontada de tu sueldo y no tendrás que abonar más que lo que consumas de alimentos y vos necesites para tu vida diaria, pero creo que si querés recuperar a ese hermano, vas a tener que demostrar que tenés ingresos y un buen techo en dónde mantenerlo, y dudo que la idea de que duerma en el sofá de tu mejor amigo pueda llegar a funcionar.— Chasquea su lengua crustándose de brazos para dejarle más que en claro que sabe a la perfección en dónde es que se encuentra ubicado León.
Y por más que ninguno de sus hijos sepa con tanta exactitud cuál era el plan principal que tenía León, en cuánto tuvo que morderse la lengua y aceptar trabajar para Alaric Melle, este último sí lo sabe, y con absoluta atención, es más que obvio que no va a meter a un desconocido en su equipo sin saber su historia con anterioridad.
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INESTABLE
Roman d'amourALGUNOS CAPÍTULOS ESTÁN EN PRIVADO, (SÓLO TIENES QUE SEGUIR LA HISTORIA Y A MÍ PARA PODER VERLOS) -¿¡Por qué simplemente no te dejas ayudar!?- Exclama exasperada. León se ríe con descaro y sigue caminando a mitad de la noche dejándola sola. -¡Ey, t...