Parte 72

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—¿Vas a soltarme?— Noah infla su pecho dándose media vuelta. —Porque déjame decirte qué la escena que hiciste para que él crea que estamos juntos ya no es necesaria porque se acaba de ir.— Señala con una de sus manos hacia la acera.

León se da cuenta de qué aún mantiene una de sus manos sobre sus hombros, y la suelta de forma inmediata.

Sintiendo el frío inmediato en su piel al haberse alejado de ella, dándose cuenta de que lo había hecho principalmente por la razón que Noah estaba exponiendo en voz alta en estos momentos, no obstante, había otra razón, y eso estaba en su inconsciente, y era la necesidad de tener un tacto para con ella y poder seguir autoconvenciéndose de que no la necesitaba, cuándo era completamente lo contrario.

—Lo lamento.— Sisea duro. —De todos modos no puedes quejarte por lo que hice, salve tu pellejo de ese perdedor de mierda, ya qué no te veías cómoda.— Le guiña un ojo.

Ella niega, y se acomoda mejor su cartera. —¡No tenés idea de lo que estás diciendo, y ya qué cumpliste con tu cometido sería bueno que te vuelvas para dónde fuera que estuvieras yendo!— Exclama.

—¿No tengo idea?— La observa jocoso. —¡No necesito conocer de punta a punta la historia que tuviste con ese idiota cómo para saber qué es lo que estaba pasando y que estabas incómoda con la situación, tampoco te estaba pidiendo que me lo agradezcas!— Le deja en claro.

—¡Tampoco tenés derecho a saber la historia, y menos qué menos a involucrarte en la misma, soy lo suficientemente mayorcita cómo para poder defenderme sola!— Aprieta sus labios en una fina línea, no queriendo mirarlo a los ojos, pero lo termina haciendo.

León, sonríe, levemente. —¿Estás segura que podías controlarlo?— Hace un puchero con sus labios, llamando su atención por completo.

Noah observa a su alrededor, cerciorándose de que el custodio estuviera lo suficientemente lejos cómo para no escuchar la conversación de los dos, de todos modos, creía que en cualquier momento comenzarían a gritar, y se escucharía de igual manera.

—No tenías porqué meterte, si él habla estamos completamente jodidos, Black, no tenés ni la menor idea de lo que acabas de hacer.— Hace alusión a Kalesi. —Y si él, también, habla estamos de la misma manera.— Bufa desacomodando su cabello y mostrándose verdaderamente irritada al señalar con la cabeza al custodio.

—Que exagerada.— Murmura aburrido.

Siendo la única forma que tienen estos momentos de poder actuar frente a ella, y no perder la cordura, respecto a querer tocar otros temas, o a mostrarse completamente celoso por la situación, y tener que admitir que se volvió loco en cuanto la vio con él, y es por eso que avanzó hacia los dos a grandes zancadas para saber qué es lo que estaba sucediendo.

—¡No soy ninguna exagerada, y no tengo ningún problema en mentir antes de la federación, y a pesar de que sería la primera vez que lo hago, no tendría inconvenientes de hacerlo por el equipo, pero una cosa muy diferente es que tengamos que callar dos bocas más, cuándo fuiste el primero en dar el golpe!— Le recuerda hablando por demás bajo.

El rubio no hace más que colocar sus ojos en blanco, y subir sus hombros, al mismo tiempo que coloca ambas manos dentro de los bolsillos de sus shorts deportivos.

—No me interesa que ninguno de ellos hable, ángel.— Se carajea, mostrándose absolutamente relajado.

Noah achina sus ojos al escucharlo decir aquello con tanta liviandad, y lo peor de todo es que el apodo que utiliza para con ella queda retumbando en sus oídos, con grandes ganas de decirle que no le diga de esa forma.

No obstante, pasa de largo aquello, ya que sería meterse en otra conversación, dentro de la conversación que ya están teniendo, y eso es demasiado más de lo que puede llegar a tolerar.

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