Parte 46

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—¿Conseguiste que American nos de el jet?— Enzo arquea a sus cejas completamente sorprendido.

Al mismo tiempo qué bajan todos de la camionera del mismo, mientras que León toma su bolso, Enzo pone la alarma a la misma, estando más que disgusto de tener que dejarla en el estacionamiento.

Su padre y su ayudante comienza a tomar las dos maletas de ambos, ignorando cualquier conversación que puedan llegar a tener los más jóvenes, siendo más que suficiente el hecho de haber tenido que viajar todos juntos en un completo silencio y metiendo algún que otro bocadillo sobre las peleas.

—¡Es increíble, hace mucho qué no viajamos en su jet!— Enzo toma la suya y la de su hermana con una sonrisa de oreja a oreja observándola.

Noah comienza a sacar de su carrera los cinco pasaportes y procede a entregárselos a cada uno según corresponda, sin decir una sola palabra.

—¡Ey, tierra llamando a Noah!— Chasquea los dedos frente a ella.

La castaña mira a su hermano subiendo sus hombros, está incómoda por el hecho de haber tenido que viajar junto con su padre, su hombre de confianza y León en un vehículo que parecía ser cada vez más chico a medida que avanzaban hacia la carretera del aeropuerto.

Y todavía no podía sacarse de la cabeza la sensación de sentirse observada por el musculoso, a pesar de no saber si eso era tal así cómo lo estaba pensando en su cabeza.

Era cómo si él supiera sus más grandes secretos, a pesar de que ella solamente sabía uno solo de él, y ni siquiera sabía en su totalidad dicho secreto, se sentía de una manera completamente asquerosa y no podía evitar dejar de pensar en eso.

—Al final nos lo dieron, tenemos que hacer unas fotos nada más, bueno en realidad quienes tienen que hacer las fotos sos vos y León, no te dije nada porque no estaba segura de que lo pudiera llegar a obtener.— Rueda los ojos riéndose de su hermano.

Él se ríe ante sus ocurrencias y la toma del cuello con ternura, mientras todos se encaminan hacía el Interior del aeropuerto.

Por un momento se había preocupado por la actitud que estaba teniendo la castaña al no responderle y estar observando de reojo a su padre, pudiendo llegar a pensar que habían tenido algún que otro encontronazo una vez más antes del dichoso viaje y que él no se hubiera enterado.

—A lo Martín garrix.— Canturrea haciendo un gesto con las manos como si estuviera tocando una consola.

Ambos hermanos se ríen de su gesto y actitud a medida que avanzan.

—Pero no con tanto talento cómo él.— Rueda los ojos y niega con la cabeza haciendole una mueca a su hermano.

Ya que siempre se burla en cuánto tiene la oportunidad de recordarle a su hermana que él lo conoció y ella no por estar maquillandose...

—¡Ay no hieras mis sentimientos!— Hace un puchero con sus labios llevando una mano hacia su pecho.

León los observa en absoluto silencio, a medida que avanza detrás de ellos, sin poder tener una opinión en particular respecto a lo que ambos están bromeando y cómo es que se llevan, simplemente solo va con la mirada perdida observando a dichos hermanos.

Esperando, el día de mañana poder tener tan buena relación como la tienen ellos, para con su hermano pequeño, y que él mismo no le tenga rencor por haberlo tenido que dejar dadas las circunstancias de lo que había ocurrido para con su familia.

—¡Entonces no me recuerdes a cada momento que vos lo conociste y yo no!— Achina sus ojos y lo fulmina con la mirada.

Enzo alza sus manos en son de paz y no puede hacer más que guiñarle un ojo. —Bien, lo siento, pero ver esa carita de cachorro cada tanto me da mucha ternura y gracias.— Parpadea con ternura hacia su persona.

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