3: Disociado y fragmentado

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Septiembre 16, 2021

10:00 AM

Era extraño que el lugar que debía considerarse como un lugar seguro lo agobiara de una manera tan intensa. Se siente nervioso estando recostado en aquel sillón de cuero beige mientras su terapeuta toma nota de cada una de sus desgracias, recapitulándolas en una morbosa lista de traumas que terminarían volviendo loco a cualquiera.

TaeHyung no ha hablado en toda la sesión, pronunciando nada más que simples monosílabos, pensando meticulosamente en lo ocurrido en la noche anterior. Había ido a enfrentar a SunMi, terminó perdiendo el conocimiento y acabó en un sitio desconocido con una figura de origami en la mano el mismo día en que se descubrió el cuerpo de la octava víctima del asesino del origami. Su análisis apuntaba a cosas sin sentido, pero tenía miedo de que realmente fuera lo que estaba pensando. Aquello no le había pasado nunca en los últimos dos años y veía desgastante el agregar otra enfermedad mental a su lista.

Primero estaba el trastorno de estrés postraumático, luego el trastorno de ansiedad, la agorafobia, la depresión, el trastorno esquizoide con el que nació. ¿Debía añadir ahora un trastorno de identidad o esquizofrenia?

El suspiro que suelta atrae la atención del terapeuta, el doctor Moon, quien lo ha tratado desde lo ocurrido en el accidente de SooBin.

- ¿En qué piensas, TaeHyung?

Sin embargo tarda en responder. ¿Qué fue lo que estuvo haciendo en ese lapso sin conocimiento? ¿Por qué una figura de origami? Se siente aterrorizado con él mismo, tanto que apenas y pudo mirar a YeonJun a los ojos al llevarlo a la escuela. Sentía que era peligroso acercarse a él, consideraba que su hijo no estaba seguro. Estaba en una encrucijada con él mismo. Se sentía más culpable.

Culpa...

- ¿En qué debería pensar? -Le regresa la pregunta. Esa palabra resuena en su cabeza. Culpa, culpa.

-No lo sé, pensar en lo que harás. Llevas dos años atascado en el pasado.

- ¿Qué se supone que debo hacer?

-Seguir adelante, tienes que ayudar a YeonJun, cuidar de él. Empezar de cero.

-Ayudar a YeonJun... -Repite. Culpa. Era malditamente culpable de algo -. ¿Y quién me ayuda a mí?

El terapeuta frunce el entrecejo, evidentemente descolocado.

- ¿Qué fue esa cuestión?

TaeHyung vuelve a quedarse en silencio, aclarando sus ideas y lo que siente. Se sentía completamente presionado por su terapeuta, quien ya parecía harto del avance tan nulo por su parte. Sentía que su terapeuta no entendía lo que podía causar el fuerte sentimiento de culpa, un sentimiento irracional jodidamente desagradable que podía cambiar la vida en un sólo instante. Se sentía como si él mismo hubiera empujado a SooBin a ese auto, se sentía como si hubiera ahogado a ocho niños en agua de lluvia, se sentía como si el infierno del que tanto huía estuviera en su cabeza.

Recordaba que cuando pasaron días después de la muerte de SooBin se la pasaba en la iglesia confesándose como un criminal que acababa de matar a su víctima, no fue hasta que dejó de hacerlo porque no sabía qué más confesar. Se había quedado sin motivos para culparse y se había desconectado por completo de la realidad, refugiándose en cosas que lo hacían sentir vivo: La ebriedad, el trabajo y el placer carnal. Se sentía en un círculo vicioso, sabía que estaba cayendo por una pendiente, por un pozo sin fondo y que nadie lanzaría la cuerda para que pudiese subir, o tal vez, él mismo la había cortado. Comenzaba a dudar de él mismo, ya no confiaba en su cordura, ni en su mente, ni en su propio juicio. ¿Qué cosas eran reales y cuáles eran una fantasía?

[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora