47: Sangre de cianuro, corazón de Jeon

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12:00 AM

Soyeon sacó cuidadosamente la bandeja con galletas y chispas de colores del horno, quemándose un poco a pesar de tener los guantes de cocina puestos. Los colocó sobre el mesón con rapidez, soltando pequeños quejidos hasta que se quitó los guantes y acarició sus pequeños dedos.

Mientras esperaba que las galletas se enfriaran un poco, sirvió un poco del chocolate caliente que preparó en dos vasos y colocó sobre la espuma un malvavisco.

Una vez las galletas se enfriaron un poco, las metió en un tazón y acomodó todo en una bandeja. Después se dispuso a lavar todos los utensilios que había usado y a dejar los ingredientes que usó en su lugar. Colocó los dos vasos y el tazón sobre una bandeja y tomándola con sumo cuidado salió de la cocina, bajando los escalones del sótano uno por uno, temerosa de tirar lo que estuvo haciendo por horas.

Esa noche, ella y Jungkook se encontraban solos en casa. Sus padres habían salido para ir a ver una presentación a la escuela de JiWoo y después la llevarían a comer, por lo que era probable que llegasen tarde, y JaeHyun había salido con sus amigos a una fiesta. Fue por eso que Soyeon aprovechó esa ausencia de su familia para preparar algo de comer y compartirlo con su hermano, quien como ya era habitual se encontraba en el sótano. Abrió la puerta con sumo cuidado y se encontró con la silueta de su hermano en posición fetal, tratando de dormir con comodidad en el reducido espacio. Cerró la puerta detrás de ella, luego se sentó frente a la jaula, colocando la bandeja a su lado.

-Jungkook, Jungkook. -Murmuró ella, tocando con un dedo el hombro de su hermano que se despertó al instante sobresaltado, mirando a su hermana con los ojos inyectados de miedo-. Hey, soy yo. Tranquilo.

Jungkook se tranquilizó poco a poco, mirando a su alrededor. Se acomodó mejor en la jaula, frunciendo su ceño confuso ante la repentina presencia de su hermana. Abrazó sus rodillas y observó a su alrededor, sintiendo un rico aroma de repente. Fue ahí cuando notó la bandeja con galletas y chocolate caliente a un costado de su hermana. Su estómago rugió hambriento, ¿Cuántos días llevaba sin comer?

-Soyeon, ¿Qué haces aquí? Sabes que es peligroso. Si mamá te ve...

-Ella no está, sólo estamos tú y yo. -Explicó ella antes de que su hermano se alterara-. Te preparé algo de comer. Llevas una semana entera sin comer, así que...

Jungkook retornó sus ojos hacia ella, viendo esa sonrisa nerviosa tan característica. Soyeon era la única que se preocupaba por él y no era la primera vez que ella bajaba a verlo. Ella solía esperar a que su familia se fuera para estar con él. Hubo ocasiones donde ella lo bañó con una cubeta y esponja, importándole poco lo maloliente y horrible que se encontraba, le daba comida y le contaba cosas. Las pocas veces que él podía salir, Soyeon no se despegaba de su lado y trataba siempre de hacerle pasar un buen rato.

Soyeon le extendió el tazón y con algo de miedo Jungkook sacó la mano y tomó una de las galletas, la cual se encontraba tibia y olía delicioso. La llevó a su boca y dio un pequeño mordisco, sintiendo ese delicioso sabor de la vainilla como un elixir de los dioses. Soyeon sonrió cuando vio a Jungkook meterse toda la galleta a la boca y después comenzó a comer las demás con rapidez, atragantándose con ellas. Soyeon le extiende el vaso con chocolate caliente y Jungkook bebe para pasar mejor la comida, deleitándose por esa explosión de sabores que abrazaban a su lengua. Sus ojos se cristalizaron de gusto y quería romper a llorar por lo deliciosa que estaba la comida que su hermana le había llevado. En menos de cinco minutos, el tazón y el vaso se vaciaron.

-Veo que te gustaron. -Comentó Soyeon, bebiendo un poco de su chocolate caliente-. Desearía poder traerte comida más seguido, Koo.

El omega esbozó una sonrisa y acarició el cabello de su hermana, pasando su brazo por los barrotes.

[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora