Septiembre 19, 2021
07:00 AM
YoonGi despierta cuando los rayos de sol se cuelan por las cortinas de la habitación de hotel, haciendo que estas lo hagan cerrar sus ojos con fuerza y lo saquen de su profundo sueño, trayéndolo a la realidad. Se incorpora, apoyando su espalda contra el cabezal y con los ojos entrecerrados observa su entorno, Tenía la misma ropa de la noche anterior, sólo que su chaqueta estaba colgada en un perchero.
Se sobresaltó cuando la puerta del baño se abrió y Jimin salió con una toalla colgada en los hombros, en ropa interior y con el cabello mojado. Sus ojos recorrieron su torso desnudo, admirando los abdominales del alfa y ese tatuaje con la palabra "Nevermind" que estaba en sus costillas. Jimin era un chico precioso, que pese a los años que habían estado separados, seguía perdurando precioso y sublime. YoonGi nunca se arrepintió de haberse enamorado de él y justo ahora, sentía ese sentimiento volver a florecer en su interior, dándose cuenta de que nunca se marchitó.
-Hey, ¿Cómo estás? -Le pregunta alfa, sentándose al borde de la cama para comenzar a secar su cabello.
-Mucho mejor, ¿Qué...? ¿Qué pasó?
-Te desmayaste anoche por la ansiedad. -Responde Jimin-. No me hagas mucho caso, pero teniendo un problema como ese no es recomendable ir a ese tipo de lugares. Puede afectarte mucho.
El gamma baja la mirada apenado. Cuando había conocido a Jimin no tenía esos malditos problemas con la droga, ese vicio lo agarró en Estados Unidos sin medir las consecuencias. Él recordaba el alfa como alguien muy reacio al consumo de sustancias y sólo consumía cigarrillos de nicotina y licor cuando quería entonarse en alguna fiesta o pasar el rato en casa. Se sentía realmente avergonzado en haberse visto tan vulnerable ante un simple alfa, siendo él de una casta mayor. Ya no era putamente suficiente con el sexo, era patético en todos los aspectos.
Jimin siente la necesidad de preguntar, pero no quiere sonar indiscreto. No había tratado con gente drogadicta antes, o bueno, Jungkook era lo único que se acercaba al asunto pero en realidad el omega sólo era un fastidio cuando se lo proponía. Jungkook podía drogarse en fiestas y beber hasta perder el conocimiento, pero nunca dependió de las sustancias más allá de lo que sentía por sus propios medicamentos. Había visto al omega consumir todo tipo de droga, desde en polvo hasta en jeringa y ninguna parecía causar algo especial en él, nada similar a un apego o dependencia que mostrara algún tipo de indicio de humanidad. Jungkook era extraño y por ser extraño hacía cosas extrañas. Lo normal en él. YoonGi en cambio parecía tener un serio problema y Jimin sólo quería ayudarlo.
- ¿Consumes algún tipo de droga, YoonGi? -Pregunta finalmente y añade rápidamente-: No te voy a sermonear ni nada por el estilo, sólo quiero saber.
El mayor duda en responder, pero atina en simplemente asentir.
-Triptocaína. -Menciona-. Es un estimulante... Trabajo con unos lentes de realidad virtual que ofrece la agencia para encontrar pistas, huellas y otras cosas sobre la marcha. Causa efectos secundarios bastante fuertes y bueno, por mi cuenta intenté compensarlos con esa sustancia. Es de producción ilegal, la agencia me destituiría si se entera.
-Nunca escuché de esa droga. -Confiesa Jimin, levantándose de la cama para comenzar a vestirse con la misma ropa del día anterior-. ¿Qué es?
-Es similar a la cocaína, sólo que tiene una fórmula distinta. Es más adictiva. Me ayuda a mantener el foco.
-Ya, y por lo que pasó, intuyo que estás en abstinencia. -Recapitula, recordando los síntomas del gamma la noche anterior-. ¿Has ido a rehabilitación?
YoonGi niega con la cabeza y se levanta de la cama para dirigirse al baño y lavar sus dientes.
-Usé tu cepillo de dientes. -Avisa el alfa apenado-. Lo siento, te compraré uno nuevo.
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[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||
Hayran KurguCréditos de portada a: cruel_intentions ----- «Yo muero en ti, tú mueres en mí» La ola de asesinatos a infantes ha ido en ascenso en los últimos ocho años y por las mismas causas. Ocurren durante el otoño y de forma anual, con víctimas entre las eda...