25: Rojo

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Septiembre 23, 2021

02:15 AM

Jungkook toma la botella de Vinotinto de la mesa de noche y bebe un largo sorbo de ella, pasando por completo de la copa de cristal vacía que yacía en su mesa de noche. Una vez bebe, Jimin extiende su copa vacía para que le sirva más, vaciando así la tercera botella que va en la madrugada.

Habían llegado a las once de la noche a la mansión Lee sin ser vistos y hubo dos tipos de recibimiento: Los de preocupación por parte de sus demás compañeros y un regaño por parte de Lee TaeYong, que pidió inmediatamente una reunión con TaeHyung que llevaba más de tres horas. Jungkook se había cansado de esperar después de ducharse y ponerse ropa cómoda, por ello, se metió a las sábanas dispuesto a intentar dormir, ya que no lograba hacerlo sin TaeHyung junto a él. Sin embargo, Jimin tocó a su puerta con una botella de vino y llevaban bebiendo desde las doce.

Los dos ya estaban completamente ebrios y eran conscientes de eso. Los dos tenían buenos motivos para beber hasta el desmayo esa noche.

No eran de los que bebiendo se ponían ruidosos, o comenzaban a coquetearse mutuamente. Más bien, sabían que el alcohol hablaba por ellos cuando se volvían demasiado honestos con el otro. Por eso mismo, cuando discutían, los dos se emborrachaban hasta poder hablar con el otro y resolver sus problemas, pues los dos tenían en común no saber qué decir cuando la sobriedad los invade.

-Así que ye preocupa JiWoo. -Menciona Jimin, jugueteando con la copa carmesí en sus manos-. ¿Pandillas?

-Bonito, ¿No? -Cuestiona Jungkook riendo, buscando el sacacorchos para abrir la siguiente botella. Jimin y él se habían ido a por más botellas al bar de TaeYong, aprovechando que estaba ocupado-. Ella es de las personas que se siente interesante con decir "Oh, salgo con la banda, déjame entrar a la zona roja".

- ¿Tú nunca te sentiste así? -Pregunta el alfa.

Jungkook negó con la cabeza, rebuscando en su cajón, justo debajo de la tapa de un libro una pequeña bolsita de cocaína junto con su esnifador y su tarjeta.

Estando sobrio, Jimin probablemente lo hubiese reprendido, pero ahora sólo se le quedó viendo mientras formaba las líneas sobre el libro de tapa dura, inclinándose después para esnifar tres líneas, dejando las otras tres para después, sin embargo; Jimin se sentía igual que Jungkook.

-Dame. -Pidió el alfa.

Jungkook no refutó y le extendió el esnifador. Jimin se inclinó hacia las piernas de Jungkook donde reposaba el libro con la cocaína e inhaló las tres líneas restantes. Respirando pausado y echando su cabeza hacia atrás, sorbiendo por la nariz.

-Mierda. -Jadeó Jimin con los ojos cerrados, frunciendo levemente el entrecejo.

-No sabía que le dabas a eso. -Comentó Jungkook, guardando todo nuevamente en su cajón-. Te cabrea que me drogue en el apartamento.

-Lo dices como si fueras un adicto. ¿O lo eres?

Jungkook esboza una sonrisa y niega con la cabeza, pegándola al cabezal de la cama.

-La cocaína no se me hace ni cosquillas. O sea, sí me hace efecto, pero no de una forma que diga "Wow, quiero depender de esta mierda". Consumo de vez en cuando, como si fuese un cóctel opcional. Y no sólo me pasa con la coca, ya he probado mucha mierda y ninguna me termina de convencer. Es como un... Sí, está bueno el efecto, pero nada especial.

-¿Entonces te has metido heroína?

- ¿Lo dices por... Lo que pasó esa noche? -Cuestiona Jungkook, sacando nuevamente del cajón una cajetilla de Marlboro Gold.

[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora