Cuando BeomGyu nació, SunMi no pudo evitar sentir una fuerte oleada de soledad.
En la sala de partos, después de doce horas del laboroso trabajo, por primera vez se vio sola en la sala. Estaba acostumbrada a tener a TaeHyung a su lado, a tenerlo ahí en la expectativa por el nacimiento de sus hijos. Jadeante y adolorida, recordó que TaeHyung siempre besaba su frente sudorosa y con una sonrisa la felicitaba.
-Lo lograste. -Le decía y al fondo se podía oír el llanto de su cachorro.
La primera experiencia fue incluso graciosa para ella, pues TaeHyung estaba demasiado nervioso como para entrar, pero cuando tuvo al pequeño SooBin entre sus brazos, varias lágrimas se asomaron cargadas de emoción. Pero cuando YeonJun nació, su felicidad era opacada por una inmensa decepción, pues el pequeño no era suyo. Era producto de una traición, de una burla hacia su persona y aunque se alegró de verlo, no sintió la misma emoción que con SooBin. La conexión que sintió con SooBin no estaba allí.
Cuando BeomGyu nació, sólo su madre estuvo con ella y a las pocas horas Bogum hizo acto de presencia. No compartió la emoción que compartía con TaeHyung después del parto, cuando los dos se reían de la situación, de la ansiedad que habían vivido en ese momento inoportuno donde ella rompía fuente. Existió un tiempo donde los dos se llevaban bien, donde no había una guerra entre ambos. El nacimiento de SooBin fue incluso el día más feliz de ambos, donde más se rieron y disfrutaron de su hijo. El nacimiento de YeonJun fue agridulce, pero el de BeomGyu fue totalmente ácido.
Para Park Bogum, quien fue antes el amigo del alma de TaeHyung, ver que el cachorro era la viva imagen de su ex amigo le cayó como un balde de agua fría. En ocasiones Park deseaba arreglar las cosas con él, sentarse frente a él y hablar la situación. Sin embargo, la vez que lo intentaron TaeHyung perdió los estribos lanzando una copa de cristal contra una pared, gritándole de paso que se largara de su casa. Desde entonces no hablaban y sólo sabía de él por pequeñas menciones de SunMi. Parecía ser que él salió del país, pero nunca se supieron los motivos.
-Decidió que no somos su familia. -Le dijo una vez SunMi mientras acostaba a BeomGyu en la cuna-. Nunca le menciones sobre ese tipo a YeonJun. Necesito reconstruir mi lazo con él.
¿Qué pasó con Kim TaeHyung? Esa era la pregunta que Bogum se planteaba a diario. Recordaba a su amigo como alguien tranquilo, introvertido y muy enfocado en su familia. Dedicó todo su tiempo a sus hijos, incluso criando al producto de una traición. Kim no era el tipo de padre que se iría sin más, dejando a su hijo y a su omega en cinta a la suerte de cada uno. No lo proyectaba de esa manera y había algo que no le cuadraba de la situación.
TaeHyung no estaba y Bogum finalmente, pudo tomar su lugar como alfa en la familia de su ex mejor amigo.
Quería recuperar la ausencia que tuvo en la vida de YeonJun, decirle la verdad. Pero fue más sorpresa suya cuando aquel niño, le respondió con un frívolo:
-Ya lo sabía. Mamá y papá discutían muy fuerte, papá lo gritaba mucho. Se nota que fue un golpe duro para él, porque eras su mejor amigo.
-YeonJun...
-Mi único papá es Kim TaeHyung. Soy un Kim por él y no se necesita de la sangre para que eso se explique. BeomGyu también es un Kim. Somos sus hijos y esperaremos lo necesario para cuando él regrese por nosotros. Y espero que no te vea, porque te dará tu merecido por traidor.
Kim YeonJun era un niño sin inocencia. Eso concluyó Bogum, pero después, esa faceta cambió cuando el pequeño retomó una actitud infantil al momento en que su madre llegó.
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[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||
FanfictionCréditos de portada a: cruel_intentions ----- «Yo muero en ti, tú mueres en mí» La ola de asesinatos a infantes ha ido en ascenso en los últimos ocho años y por las mismas causas. Ocurren durante el otoño y de forma anual, con víctimas entre las eda...