02:34 AM
Sweet Paradise era un burdel que podía ser catalogado como escandaloso, pero para su perspectiva era un establecimiento tan normal como una tienda de fideos que aún así lograba incomodarlo en niveles que pocas veces habría experimentado.
Cuando puso un pie en el lugar fue golpeado por las feromonas de omegas y alfas en celo, descolocándolo por un instante. Por poco olvida qué fue a hacer a ese lugar cuando varios omegas y betas se le insinúan, acariciándolo con sus manos suaves e invitándolo a pecar con la ropa que no deja mucho a la imaginación que usaban, revelando piel que estaba a su total servicio, pero que se atrevió a rechazar. Intenta aferrarse a su objetivo y esquivar a las tentaciones, llegando por fin al sitio que necesitaba llegar. La gabardina beige que usa comienza a provocarle calor y por un instante se aplaude a él mismo la idea que tuvo de usar supresores antes de ir a ese lugar, de no haberlo hecho, probablemente habría cedido ante la necesidad de desestresarse de otra manera.
Se acerca a la zona VIP, donde está el dueño y señor del local besando húmedamente a una omega semidesnuda cuyos pechos están libres debido a que el hombre le estuvo bajando el top de tela casi transparente mientras le devoraba la boca con una hambre tan morbosa que al verlo arrugó la cara, carraspeando.
-Señor Ong. -Llama, interrumpiendo el momento de aquel hombre que gruñe fastidiado por la interrupción. NamJoon nota que la mano de aquel hombre se estaba abriendo paso entre las piernas de la omega-. Kim SeokJin, ¿Le suena de algo?
- ¿Qué quieres de él?
El alfa se ve forzado a mentir ante el verdadero motivo de su visita.
-Quiero un servicio exclusivo, pagaré el doble si tengo que, pero lo quiero ya.
El hombre silba impresionado y hace una llamada rápida de varios minutos. NamJoon mueve el pie con impaciencia, no creyendo soportar el voltaje de las feromonas sexuales del lugar por mucho tiempo. Pasados un par de minutos, el hombre cuelga la llamada y entrega a NamJoon una tarjeta dorada que se saca del bolsillo de su descolocado pantalón.
-Habitación número doce en la zona rosa. SeokJin llegará allí en breve.
No contesta nada y se dirige al lugar indicado, sintiéndose aliviado apenas sale de allí y da en un lugar sin tanta gente, con un nivel de feromonas bastante bajo.
Kim NamJoon, un alfa de treinta y tres años, un detective privado que ejecuta su propia investigación del asesino del origami. Su primera pista era Kim SeokJin, un omega de veintiocho años que trabajaba como acompañante sexual en el burdel más visitado de Seúl y también uno de los padres que perdió a un hijo a manos del asesino. Consideraba que era una buena forma de empezar.
Al llegar a la habitación se sienta en uno de los sillones de terciopelo dispuesto a esperar. El lugar está iluminado por luces tenues color morado y azul, hay una cama matrimonial con sábanas de satén y un mini bar. Con el frío del exterior y a esas horas en serio anhelaba un cigarrillo y odiaba la idea de haber dejado los suyos en el auto. Con ese pensamiento espera tres minutos hasta que una puerta se abre y de allí emerge un precioso omega de cabellos negros, labios regordetes, ojos grandes y piel pálida, luciendo una lencería roja que destaca sus clavículas, sus pezones y su trasero, las bragas que utiliza dejan ver perfectamente su miembro y NamJoon por un instante olvida qué fue lo que lo llevó hasta allí.
Admitía que podía catalogarse como una persona promiscua, no le importaba el género con tal de satisfacerse, pero actualmente tenía tanto para hacer que su lascivia pasó a un segundo plano. Por ello, ver a ese omega tan dispuesto ante él fue como ponerle el fruto prohibido. Se siente hipnotizado y de repente siente sus pantalones muy apretados. SeokJin toma lugar junto a él, portando una actitud tan atrevida y seductora que NamJoon está a nada de ceder ante sus encantos y darse el pequeño placer de estar entre las piernas de ese hermoso omega.
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[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||
FanfictionCréditos de portada a: cruel_intentions ----- «Yo muero en ti, tú mueres en mí» La ola de asesinatos a infantes ha ido en ascenso en los últimos ocho años y por las mismas causas. Ocurren durante el otoño y de forma anual, con víctimas entre las eda...