20: Hasta lo más profundo de las entrañas

465 66 59
                                    

¿Cuál sería la definición apropiada para el deseo?

La palabra "Deseo" siempre estuvo relacionada a todo tipo de índoles, como el deseo inocente de un infante o el deseo imposible de poder dar vuelta al reloj de la vida para hacer algo bien. Pero, oh, ¿Cómo se definiría el deseo perverso? El deseo de morir de una forma violenta, el deseo de acabar con una vida, el deseo que provoca el hambre.

Deseo, deseo, deseo. El deseo de ser visto como un objeto y no como una persona.

El deseo de ser tratado como un contenedor de semen y de placer ajeno; de ser un conejo en el laboratorio de experimentos, de ser completamente despersonificado para ser de alguien más. Jungkook deseaba esas cosas incluso si en su momento las despreció.

Jungkook quería pedirlo, suplicarlo, gritarlo; pero su voz se atasca en la garganta y sólo es capaz de mirarlo.

TaeHyung ya no estaba para formalidades, ni se veía como el caballero que había sido con él desde que se conocieron. Mientras Jungkook estaba deseoso, TaeHyung estaba hambriento. Exhausto por esperar, con la verga a punto de estallar dentro de sus pantalones. Con el cinturón en mano, Jungkook sólo pudo respirar por la boca con más fuerza y necesidad cuando TaeHyung comenzó a acercarse, paso a paso hasta que el rostro de Jungkook estuvo directo al bulto del pantalón.

TaeHyung limpió con su pulgar las tiras de saliva que resbalaron por sus labios, refregando la saliva espesa por sus belfos hasta enredar sus dedos en las hebras oscuras del omega, inclinándolo hacia adelante para asfixiarlo con su erección. Jungkook jadeó, dejándose hacer, frotando su mejilla, sus labios, su nariz, hasta sus párpados. Jungkook se aferró a sus piernas, hundiendo sus dedos en sus muslos mientras se cruzaba de piernas y comenzaba a frotarse por su propia cuenta. TaeHyung pudo sentir el olor amargo de su fluidos comenzar a filtrarse por ese agujero que pronto iba a conocer.

Jungkook deslizó su palma abierta por toda la erección, apretando desde las pelotas hasta donde se marcaba todo el tronco y el glande, sintiéndolo tan grueso que tragaba constantemente hasta dar con el botón del pantalón, el cual desprendió con los dedos temblorosos, chupando el pulgar de TaeHyung para tener la boca ocupada. Bajó el cierre y el pantalón cayó junto la ropa interior negra hasta los tobillos de TaeHyung.

La verga erguida abofeteó a Jungkook apenas fue liberada y este no pudo más que sonreír con descaro, mirándola bien, ahora ya frotándose sin ningún tipo de pudor. Era gruesa, tanto que su dedo medio y su pulgar no se tocaban cuando la rodeaba. Al tocarla estaba caliente, con cuatro venas palpitando, marcándose en la piel. Un manto de vello oscuro se mostraba bien cuidado en el pubis, ni muy corto, ni muy largo y cierta parte de ese vello también se mostraba en los testículos, los cuales colgaban, estando cargados y jodidamente calientes. El glande era de un color rojizo y se encontraba baboso en la punta. Jungkook empezó primero por ahí, pasando la punta de la lengua por la uretra, riéndose al sentir el sabor salado. TaeHyung afianzó el agarre en su cabello, presionando sus labios contra la polla. Jungkook obedeció sin rechistar, metiendo sus manos a su propio pantalón, relajando la mandíbula para dejarse follar la boca.

Se engulló hasta que sus ojos se cristalizaron y los abrió con una inocencia fingida, mirando a TaeHyung fijamente mientras se dedicaba a mamarle la polla como todo un profesional, moviendo la cabeza en un vaivén lento, como si estuviera saboreando cada parte de ella. La sacó sólo para escupir sobre ella, comenzando a masturbarlo, bajando y subiendo la piel delgada del prepucio, lamiendo lo poco que podía revelar, engulléndose de nuevo hasta la arcada. El movimiento de sus caderas en contacto de sus dedos llamaron la atención de TaeHyung, que lo detuvo con una bofetada.

-No te toques. -Gruñó, Jungkook sacó la mano casi de inmediato-. Concéntrate en follarte la boca.

Jungkook emitió un gemido lastimero, pero se consoló cuando TaeHyung embistió despacio de regreso en su boca, cuan chupón. Jungkook volvió a su trabajo, poniéndose de rodillas para poder llevar la polla a su garganta, quedándose quieto para que TaeHyung hiciera el resto del trabajo. TaeHyung empujó con más fuerza, ahogándolo hasta que su nariz rozó el vello púbico que emanaba un olor a sudor que enloqueció a Jungkook, que buscó consuelo frotándose contra el muslo de TaeHyung, el cual sintió la entrepierna de Jungkook completamente caliente.

[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora