Septiembre 17, 2021
07:18 PM
La música suave del jazz proveniente del tocadiscos lo envuelve en una atmósfera tranquila y serena, excluyéndolo totalmente del mundo que lo rodea, del estrés con el que carga y de sus pensamientos revueltos. No había mejor momento en su vida que leer un buen libro mientras bebía una buena copa de vino y la música se oye tenue en el salón de su lujoso apartamento.
NamJoon en ocasiones se sentía realmente afortunado con sus logros y con él mismo, tanto que disfrutaba aún más esos momentos de pequeños descansos que se brindaba antes de comenzar a trabajar. Le gustaban toda clase de libros, pero últimamente estaba enganchado con la filosofía y el pensamiento de Maquiavelo tanto que se había tomado el tiempo de buscar sus obras físicas en bibliotecas. Después de leer "El príncipe" quiso aventurarse en el primer libro de "La historia de Florencia", siendo ese libro lo que estaba leyendo en ese momento.
Su burbuja estalló con el sonido del timbre que lo descolocó un poco. No recordaba esperar a alguien, por ello mismo, cerró el libro, apagó el tocadiscos y abrió la puerta, encontrando la figura de SeokJin en el umbral. El omega vestía con una gabardina negra algo húmeda por la llovizna ligera de la tarde, unos pantalones negros con una camisa blanca de cuello alto.
-Me dijiste que te buscara si recordaba algo. Tu dirección estaba en la tarjeta, espero no haber venido en un mal momento.
NamJoon en serio estaba desconcertado con volver a ver a ese precioso omega en el que estuvo pensando últimamente. Era precioso ahora que lo veía más a detalle, pues las luces tenues de la habitación del burdel no le permitían verlo a detalle. SeokJin era jodidamente precioso y NamJoon en serio estaba sintiéndose bastante atraído por él.
- ¿Puedo pasar? -Inquirió el omega al ver que NamJoon no se movía. El alfa finalmente reaccionó de un sobresalto, asintiendo.
-Claro, lo siento.
El alfa se hizo a un lado y SeokJin entró al apartamento, quitándose sus botas militares en la entrada, mirando a sus alrededores.
-Deja que tome tu abrigo. -Dice el alfa y ayuda al omega a despojarse de su gabardina, colgándola en el perchero-. ¿Quieres tomar algo?
-Algo de agua estaría bien.
-Bien, ponte cómodo, te la traeré.
SeokJin se sentó en uno de los sillones, observando el lugar. Las paredes del salón estaban pintadas de color rojo carmesí, con varias obras pictóricas colgadas en la pared. El omega pudo distinguir el aroma a sándalo del alfa impregnado en el salón. Aspiró profundamente, sintiéndose maravillado y algo anestesiado por aquel aroma. Le gustaba, y mucho. Más con ese aroma ciertamente floral que provenía de unas orquídeas que tenía en un jarrón. Esas flores le traían malos recuerdos, pero no las odiaba, él incluso tenía unas en casa; además de que eran el único vínculo que compartía con su pequeño Minki.
NamJoon llegó con un vaso de agua que le extendió antes de tomar asiento frente a él.
-Recordé algo. -Mencionó SeokJin tras beber un sorbo al vaso de agua-. Tal vez no sea importante, pero llegó una carta en la mañana en que mi hijo desapareció.
- ¿Una carta? -Inquirió NamJoon-. ¿Qué tipo de carta?
-Iba dirigida al padre de Minki, no sé lo que decía, pero él la leyó y se fue. Esa fue la última vez que lo vi.
- ¿Y piensas que eso puede tener relación con la desaparición de tu hijo? ¿Recuerdas qué decía la carta?
-No sé por qué, pero me quedé con el sobre. Lo llevé a la policía pensando que podía ser una pista, pero dijeron que no era relevante.
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[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||
FanfictionCréditos de portada a: cruel_intentions ----- «Yo muero en ti, tú mueres en mí» La ola de asesinatos a infantes ha ido en ascenso en los últimos ocho años y por las mismas causas. Ocurren durante el otoño y de forma anual, con víctimas entre las eda...