19: Señor y señora Kim

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10 de febrero, 2014

12:15 PM

SunMi alza la vista de su teléfono cuando escucha el chirrido de los barrotes al abrirse, dejando ver a una joven pelinaranja que portaba un uniforme amarillo con una musculosa blanca que era escoltada por dos policías. La joven esboza una sonrisa ladina al verla y camina hasta ella entre las mesas de dos personas. Había pocos visitantes ese día, aunque tal vez era idea de aquella chica que dando saltitos de bailarina de ballet se sentó frente a ella, dejándose caer en la silla blanca frente a la omega, abriendo un poco las piernas para acomodarse mejor.

-No me avisaron que venías. -Habló la chica, sacando de su bolsillo un Marlboro, prendiéndolo con despreocupación-. ¿Cómo estás?

-Estoy bien, ¿Qué tal tú?

La chica chasquea la lengua y hace una pequeña mueca con un movimiento de cabeza.

-No tengo nada nuevo para contar. -Dice la chica y cala del cigarrillo-. Hace un buen tiempo que no venías, ¿Qué pasó?

SunMi relame sus labios y desvía la vista hacia sus dedos en la mesa.

-Estoy embarazada. -Anuncia y la contraria arquea las cejas mientras forma un aro de humo.

- ¿Tecito de ruda o baby shower?

-SeulGi, esto es serio. -Espeta la omega.

La fémina de hebras naranjas esboza una sonrisa y da un par de golpecitos al cigarrillo para tirar la ceniza, después vuelve a calar.

-Ya, no te pongas así. ¿Ya le dijiste a TaeHyung?

-Ahí está la raíz del problema. -Musita la pelinegra-. No... No es de él.

SeulGi se ahoga con el humo de su propio cigarrillo y comienza a toser escandalosamente, atrayendo la atención de los guardias y algunas reclusas que estaban hablando con sus familias y abogados. Se disculpa ensanchando una sonrisa que desaparece al instante cuando vuelve su atención a SunMi.

-Perra, ¿Qué hiciste?

-¡Fue un error! Coño, lo sé, pero las cosas con TaeHyung no han ido nada bien y... Necesitaba desconectar un rato.

-¿Desconectaste la mente conectando tu coño con la polla de quién sabe quién? Joder, Lee. -Replica SeulGi, echando un poco la silla para atrás, calando del cigarrillo para dejar salir el humo con la cabeza echada hacia atrás, luego vuelve hacia adelante-. ¿Quién fue el picha brava?

SunMi vacila antes de responder.

-Park Bogum...

SeulGi suelta una risa seca y apaga el cigarrillo con el borde de la mesa, tirando la colilla al suelo. Pasó sus manos por su cabello, viendo con latente decepción a la chica frente a ella.

-Viniste sólo a contarme desgracias, zorra de mierda. ¿Park Bogum? ¿Cambias una polla de oro por una de cobre? Es que te falla la puta cabeza.

-¿Disculpa? -Jadeó SunMi ofendida-. Bogum no es mal partido, eh, es incluso mejor que TaeHyung. Él sí me escucha, me trata bien y al menos sí le satisface en ese sentido. Llevo meses sin intimar con TaeHyung, ¡Meses!

-Amiga, si no fuese bollera me habría cortado el clítoris por la abstinencia, pero lo que he comido en estos cinco años que estoy en la cárcel ha sido el delicioso manjar denominado como coño. Yo me adapto a las circunstancias, mientras que tú, por unos mesecitos sin coger, te desesperas. Hombre, que TaeHyung es arquitecto y aparte tienen un hijo de ya dos añitos creo, diseñar casitas no es como en los putos legos. Además, no sé yo, pero TaeHyung me da vibes de saber follar y ese talento, querida amiga, no se desperdicia con rapiditos en la cocina mientras el niño mira los Teletubbies.

[Libro 1] Catarsis de perversiones ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora