Capítulo 17

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Zyker VII Naftaest

Todas mis ideas están revueltas, todos estos meses sin ella han sido una tortura que me mata poco a poco. Todos los días repaso mi plan, una y otra vez, una y otra vez.

Todo tiene que salir perfecto.

La verdad es que tengo manipulados a todos.

Yo en realidad me enamoré de Afra, me enamoré de mi condenada.

Cuando ella llegó a mi reino Exel me propuso enamorarla y romperle el corazón. Yo acepté el trato, pero cometí el error de amarla.

Entonces hice un plan.

Absolutamente todo lo sucedido lo planee yo.

Mi plan fue: Seguir con Afra hasta el día que tenga que entregarla. Tuve que utilizar a Cassia para romper su corazón y hacerle creer a Exel que Afra no me importaba.

Lo más doloroso que he pasado en mi vida es entregarla a ella. Verla destrozada fue mi destrucción.

La siguiente fase del plan era casarme con Cassia y hacerle creer a todos que yo la amaba. Pero alguien la mató en medio de la boda, verdaderamente no me importó.

Lo siguiente en mi plan es armar un ejército, para atacar el reino de mi hermano, pero el día antes de hacerlo vendré por a Afra y contarle la verdad.

Le contaré que yo si estoy enamorado de ella, le contaré que la sigo amando. Le contaré que tuve que entregarla para hacerle creer a Exel que yo no la quería, después atacó el reino y mato a Exel.

Matarlo es la única forma en la que Afra podrá estar libre.

Cumpliré mi objetivo. Yo y ella nos casaremos y tendremos la familia que tanto queríamos. Todos los días le pido a las estrellas que la cuiden, todos los días rezo para que ella resista. La rescataré. Solo necesito tiempo.

Podremos vivir nuestra historia de amor, nuestra love story.

Quise contarle todo a Noal pero él desapareció.

Tengo un traje azul con una corona de oro. En estos momentos estoy en un carruaje para ir al reino de mi hermano.

Necesito ver a Afra, ver su estado. Quiero verla, aunque sea de lejos. Será difícil verla y no poder tocarla y contarle la verdad.

Seguramente me odia pero cuando le cuente la verdad vendrá y dejará de estar en manos de ese demonio. 

—Su majestad, hemos llegado—me bajé del carruaje observando el enorme castillo negro. No sabía que se estaba quedando detrás de la montaña. Por la información que me han dado el reino de las hadas no ha vuelto a atacar.

Los guardias bajaron el equipaje y sin perder tiempo nos dirigimos al castillo. Por dentro es de paredes blancas, todo está impecable, Exel es el ser más minucioso que existe. Está obsesionado con la limpieza.

En uno de los carruajes trajimos el cuerpo de la mujer (su madre), nunca imaginé que Afra entraría a la habitación de la puerta de los candados. Lo hizo por la ventana. ¿Sabes cómo lo descubrí? Una de sus plumas se quedó en el suelo. Sus huellas se marcaban en el suelo sucio.

Fue difícil enviarle todas sus plumas a Exel, odiaba ponerle los vestidos que él diseñaba para ella. Lo odio.

—Buenos días Su majestad—me recibió una sirvienta haciendo una reverencia—. Ya hemos arreglado su habitación —yo asentí.

—¿Dónde están todos?—pregunté con inquietud, quiero verla.

—En la quinta sala de juegos, en el segundo piso—asentí y me fui. Aquí no necesito guardias, estoy en el castillo de mi hermano, se supone que estoy asalvo.

El corazón del villano [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora