Capítulo 8

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Afra Tuedelaff

Ya amaneció, el mal tiempo se ha esfumado, en el cielo solo hay nubes naranjas.

Cuando volví a mi cuarto ayer en la noche el cuervo negro se había esfumado, quizá está sano del todo y no me necesitaba.

Una sirvienta me trajo un vestido y me informó que el desayuno de hoy será en la terraza, me dijo que debería estar decente porque habían invitados.

Yo no tenía deseo de comer, no tenía deseo de usar un vestido e ir a ese desayuno. No tenía deseo de fingir que estaba feliz o bien.

Me di un largo baño, el agua tenía un tono rosado claro y muchos pétalos de rosa flotando, la espuma me entretuvo. Mi cuerpo desprendía un olor agradable.

No podré hacerme ningún peinado, tenía el cabello por la mandíbula. No quiero armar ningún teatro hoy, me da igual lo que Exel diga.

Salí del baño y busqué el vestido. Era muy bonito. Tenía unos tirantes anchos, una falda verde claro que arrastraba el suelo, tenía un borde color negro. La parte superior era negra y tenía algunos diamantes verdes incrustados en la tela. Siento que lo he visto antes, pero no sé dónde.

Me quedaba bien, se amoldaba a mi cintura, era como si lo hubieran creado para mí.

Me sentí frente al espejo del tocador. Cepillé mi corto cabello, se secaba muy rápido.

Me quedé un rato viendo mi cara, no había nada de la chica de hace meses, tengo unas ojeras grises, cicatrices en las mejillas, el cuello, los brazos. Tengo esas ligeras rayas negras por toda la piel, parecidas a los rayos.

Tal vez si soy ridícula y estúpida, tal vez a Zyker nunca le resulté hermosa y dijo todas esas mierdas para engañarme, tal vez me hizo creer que soy linda solo por el trato. La verdad me importa una mierda. A veces me pregunto si él me recuerda, si a veces piensa en mí, si cada vez que entra a su estudio de dibujos recuerda los recuadros que me hizo, las horas que estuvimos juntos. Quizás todas sus risas fueron falsas, quizás cada abrazo fue forzado de su parte. Quizás el nunca llegó a encariñarse ni un poco de mí...

"—Te hice galletas, llené un jardín de tus flores favoritas, te llevé a las cascadas e hicimos un picnic. Bailé contigo y te dediqué una canción, rodé contigo por el lodo como un cerdo y me importó una mierda hacer el ridículo. Prometí cuidarte y lo haré siempre. Diseñé tus vestidos desde el primer momento. Eres la primera y única mujer que he metido a mi habitación. He vestido de negro para ir a la par contigo y ¿sabes qué? Odio vestir de negro porque me recuerda a un velorio. Te pedí un cortejo. Te presenté ante los reyes y mi pueblo. Me arrodillo ante ti todos los días para colocarte los tacones. Caminé por un suelo lleno de espinas por ti. Te he mostrado una de las partes más vulnerables de mí. Te hice un retrato y te obsequié una de mis coronas. Te llevé a la playa. Y poco a poco he encontrado la forma de entenderte... Aunque no lo creas hago por ti muchas más cosas de las que crees..."

Quizás todas las cosas que hizo por mí fueron parte de su plan, quizás nunca nadie podrán quererme.

Sorbí por la nariz.

Quizás yo no sea alguien fabricada para ser amada, quizás yo no sea creada para tener una vida como los demás. Quizás soy una especie que es usada en un laboratorio sin ningún objetivo, quizás solo podré ser esto y nada más.

Tal vez en otra vida Zyker y yo si fuimos felices, tal vez en otra vida el no me hubiera ocultado nada, tal vez en otra vida formamos la familia que queríamos, tal vez en otra vida él si me amó de verdad. Tal vez en otra vida yo no hubiese sido la ridícula de la historia.

El corazón del villano [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora