Capítulo 13

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Exel Ortiz

Me desperté al mediodía con sueño, no debí dormirme tan tarde. La fiesta se pasó de tiempo, más de lo que debería. Aunque muchos parecieron a gusto.

Entré al laboratorio, mi vista se quedó en todas las herramientas tiradas al suelo. ¿Qué es eso? Un olor a sangre me lleva hasta la otra puerta. Abrí despacio para encontrarme con...

¡No, no, no! Mi laboratorio.

Todas las muestras de sangre están en el suelo, los pomos rotos. Una botella, vómito en una esquina y la chiquilla dormida en la camilla.

¿Que hace Afra aquí?

—Te voy a matar niña estúpida—susurré.

Estaba descalza, la planta de sus pies tenía tierra y sangre del suelo. Tenía la boca entreabierta y soltaba un suspiro cada vez que exhalaba. Las alas estaban caídas llegando al suelo.

Mueve una mano mientras abre sus ojos, me mira directamente, después mira todo este desastre. Yo siento que voy a estallar, no sé de dónde saco tanta paciencia.

Habían jeringas en el suelo, jeringas que tenían líquido verde. ¿Se drogó?

—Niña...—me froté la sien con ambas manos—. ¿Qué es toda esta mierda?

—Yo...—se sujetó la cabeza con ambas manos, la resaca no es buena amiga.

—¡Explícame que es todo esta mierda!—grité al borde del colapso. No voy a tolerar esto de su parte. Se sentó despacio.

—Yo... No sé que hago aquí, no grites—habló malhumorada.

—¡¿Qué no te grite?! ¡¿Quién mierda te crees que eres para hacer todo esto?! ¿Tienes una idea del jodido desastre que has hecho?—grité acercándome.

—Pero yo estaba borracha y...

—¡Estar ebria no es una justificación!—respondí—. ¡No puedes hacer esto!

—¡No me estoy justificando! ¡Yo-yo no estaba consciente! Tú me diste ese...

—¿Yo qué? ¡¡Te dije que no bebieras más y mira lo que terminas haciendo!! ¡Siempre ensucias y destruyes todo!

—Pero yo no quise hacerlo... Yo no recuerdo haberlo hecho, es...

—¡Obviamente no recuerdas nada si estabas borracha! ¡Tomaste demasiado! ¡¡Te dije que pararas!!—me acerqué.

—¡Pero yo solo quería divertirme! ¡Solo quería olvid...!

—¿Querías qué mierda? ¿Crees que eso es diversión?—exploté—¡¿Crees que divertirse es besarse con toda la maldita fiesta como una jodida puta?! ¡¿Crees que así se resuelve algo?! ¡¡Después vienes aquí y te drogas como una maldita adicta!! ¡¿Olvidarte de qué?! ¿Olvidarte de qué eres una jodida miserable? ¡¿De que te compartas como una puta?! ¡Y...!—dejé la bronca al escuchar su sollozo y ver las lágrimas deslizarse por sus mejillas—. Niña...

—¡No te acerques!—retrocedí un poco.

Se bajó de la camilla, los tacones no estaban por ninguna parte así que caminó por encima de los cristales y los charcos de sangre.

—Afra...

—¿Por qué no me dejas en paz?—se limpió las lágrimas y salió corriendo agarrándose el vestido.

—¡Niña! ¡¡Espera!!—intenté alcanzarla pero ya había salido.

Me quedé de pie procesando lo que acabo de decirle.

El corazón del villano [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora