(...)Estoy despierto hace una hora aproximadamente. El día hoy está frío y lluvioso. El clima en mi reino varía mucho. Yo continuo abrazado a la pequeña, en la noche tuve que traer más mantas porque temblaba de frío. Nuestros rostros están a la misma altura, sus pies tocan mi rodillas. Entre nosotros hay una gran diferencia de tamaño.
Quisiera revertir el tiempo y que esto no hubiera pasado. No sé que hacer, ¿que puedo decirle para que me perdone? ¿Qué puedo hacer?
Se mueve y suelta un resuello, debe dolerle.
Se pega más a mí soltando un gruñido, está buscando calidez. Yo trato de cubrirla sin herirla. Todo está cerrado pero la habitación está fría. Nunca había tocado su piel sin guantes.
Comenzó a murmurar algo entre sueños, no entendí que dijo. Después abrió los ojos y miró a su alrededor, me observó a mí con detenimiento, después se miró a sí misma.
—Yo...—comencé tratando de decir algo pero se acurrucó a mi lado y cerró los ojos. ¿Quiere seguir durmiendo?
—Te escucho...—¿De dónde salió esta chiquilla tan calmada? ¿Me quiere escuchar a pesar de toda la mierda que hice?
—Yo... No sé por dónde empezar, Afra. ¡Es que esto es una puta mierda!—susurré—. Yo... Estoy más que arrepentido, mi intención nunca fue lastimarte...
Soltó un carraspeo que me comunicó que mi discurso no tenía sentido. Necesito organizar mis ideas y expresarme bien.
—Yo siento un poco de afecto por ti—le solté y ella se tensó—. Y yo pensé que si te encerraba tú me odiarías, pensé que al sentir tu odio iba a eliminar ese afecto—tragué saliva con dificultad—. Quería eliminar ese afecto para que no me doliera matarte, pero me di cuenta que nada va a borrarlo. Odio sentir eso por ti. Y me duele escucharte decir todas esas cosas, yo escuchaba todo lo que tú decías, yo me quedaba tras la puerta. No tenía el valor de hablarte. Y cada vez que me decían que tú intentabas morir a mí se me rompía esa mierda que hay a la izquierda del pecho—todo lo dije mirando al techo, ella me observaba sin pestañear—. Voy a sufrir cuando te mate, pero tengo que hacerlo...
—Entiendo—murmuró sorbiendo por la nariz.
—¿Entiendes? ¿Entonces me perdonas?—me volteo hacia ella.
—No te perdono—miró a los ojos y yo quedé hipnotizado con sus ojos de colores distintos—. No sé por qué estoy aquí contigo, no sé que hago en tu cama, no sé por qué te estoy abrazando. No sé por qué estoy escuchando todo esto, no sé por qué estoy siendo comprensiva con alguien que no lo merece. Me has echo mucho daño y eso solo se remedia con acciones, no con palabras. Gracias por explicarlo... por decir lo que sientes, pero... se supone que si sientes algo así por alguien no lo lastimas de la forma en la que tú lo haces conmigo, se supone que si sientes afecto pasemos en paz el tiempo que me queda de vida. Se supone...
—Dime que quieres y yo te lo doy... joyas, collares, anillos, coronas, vestidos, zapatos.
—Solo quiero que estemos en paz, solo quiero que no vuelvas a hacerme algo así... ¿No me ves?—se mira a sí misma.
—Yo te curaré, siempre lo haré como lo hice desde la primera vez.
—¿De qué te sirve cuidarme si después vas a volver a herirme?
—Yo-o no lo haré de nuevo, te lo juro—cerré los ojos e inhalé su aroma.
—No confío en ti, tampoco quiero hacerlo porque sé que toda la mierda que hablas es mentira...—me soltó con brusquedad.
Yo la solté y me senté. Ella estaba de brazos cruzados y con los ojos cristalizados. Después apoyó la cabeza en mi regazo.
—¡Escúchame!—le pedí—. No soy un hombre que finge un teatro para que te creas una mentira, no estoy ocultando nada, todo te lo he contado, te conte lo que sucedió hace siglos, te conté porque Zyker y yo somos hermanos y te conté para que quiero tus alas. Cada cosa trato de explicarla... ¿Crees que te estoy engañando para que creas que siento algo y después lastimarte? Si quisiera hacerlo intencionalmente ya lo hubiera hecho yo mismo.
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El corazón del villano [2]
FantastikExel Ortiz es el peligroso villano de la historia, está lleno de pensamientos e ideas macabras donde solo planea las formas para logrará sus objetivos pero todo cambia cuando la víctima entra en su corazón...