OneShots (Val X Riley)

Entre Canciones y Suspiros

Riley siempre había sentido que la música era su verdadero hogar. Desde pequeña, pasaba horas encerrada en su habitación, cantando y componiendo canciones.

Su voz tenía una calidad única, una mezcla de vulnerabilidad y fuerza que capturaba a cualquiera que la escuchara. A los dieciséis años, fue descubierta por un productor local, y en cuestión de meses, su voz resonaba en las radios de todo el país.

Su autenticidad y pasión la llevaron a la fama rápidamente, y a los dieciocho años, Riley era ya una sensación mundial. Con su cabello corto y desordenado, ojos brillantes y una sonrisa que podía iluminar cualquier habitación, Riley se convirtió en un ícono para muchos jóvenes. Su música hablaba de amor, dolor y superación, resonando en el corazón de millones de fans.

Sin embargo, la fama también traía consigo la soledad y la presión constante de mantenerse en la cima. Riley, siendo una joven que, había tenido que luchar por su identidad desde una edad temprana. Sus canciones. A pesar del apoyo de muchos, también enfrentaba críticas y prejuicios, lo que solo aumentaba su determinación de ser auténtica.

Valentina, conocida como Val, tenía treinta años y una vida estable como diseñadora gráfica. Siempre había sido una fan de la música, pero la voz de Riley tenía algo especial que la tocaba profundamente.

Aunque era mayor que la mayoría de los fans de Riley, su pasión por la música de la joven cantante la hacía sentir conectada de una manera única. Un día, Val decidió asistir a uno de los conciertos de Riley.

La energía en el estadio era electrizante, y Val se dejó llevar por las canciones, cantando y bailando con el resto del público. Durante la última canción, Riley se acercó al borde del escenario y, para sorpresa de Val, sus miradas se cruzaron.

En ese breve momento, Riley sintió una conexión inexplicable con la mujer que estaba frente a ella. Después del concierto, Riley no podía dejar de pensar en la mujer que había visto entre la multitud. Decidida a encontrarla, pidió a su equipo de seguridad que la buscaran. Mientras tanto, Val, sin saber lo que estaba por suceder, regresó a su vida cotidiana, llevando consigo el recuerdo de una noche mágica.

Unos días después del concierto, Val recibió un mensaje inesperado en sus redes sociales. Era una invitación para asistir a una reunión privada con Riley. Sorprendida y emocionada, aceptó sin dudarlo. Cuando finalmente se encontraron en un pequeño café en el centro de la ciudad, la química entre ellas era palpable.

Riley se sintió atraída por la madurez y la tranquilidad de Val, mientras que ella se dejó llevar por el encanto juvenil y la pasión de Riley.

"Hola, soy Riley,"

dijo ella con una sonrisa tímida, extendiendo su mano.

"Hola, Riley. Soy Valentina, pero puedes llamarme Val,"

respondió ella, estrechando su mano. Sentía un hormigueo en su piel al tocarla, una conexión eléctrica que no había sentido en mucho tiempo. Pasaron horas hablando sobre música, sueños y desafíos. Riley compartió historias de su vida en el ojo público, mientras Val le contaba sobre sus proyectos como diseñadora gráfica.

A medida que conversaban, se dieron cuenta de que compartían una comprensión profunda de la importancia de la autenticidad y la lucha por ser una misma. A medida que pasaba el tiempo, Riley y Val comenzaron a pasar más tiempo juntas. Val se convirtió en un refugio para Riley, una pausa en la locura de su vida pública.

Riley encontraba consuelo en la estabilidad y la sabiduría de Val, mientras que ella descubría en Riley una chispa que hacía su vida más emocionante. Sin embargo, su relación no estaba exenta de desafíos.