ᗴᑎTᖇᗴ ᒪᑫ ᘜᖇᑫՏᗩ Y ᑭᗩᑎᗩՏ

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Riley siempre había sido un desastre viviente. Su cuarto era un caos perpetuo, su ropa desordenada y su cabello nunca peinaba. Era una fanática de la grasa, miembro orgullosa del movimiento SDLG (Seguidores De La grasa). Sus amigos la adoraban por su carácter desenfadado y su sentido del humor sarcástico, y negro, pero a pesar de muchos otros la consideraban una persona con una mentalidad cuestionable y demasiada rara, también fiel seguidora de MR GRASO. Sin embargo, los que realmente la conocían sabían que detrás de esa fachada desordenada había una buena persona con un corazón de oro.

Valentina, conocida como Val, era todo lo contrario. Era la definición perfecta de una Panafresco: siempre arreglada, educada, pero totalmente opuesta a un Grasoso, literalmente lo que más odia Riley y con una elegancia natural que atraía las miradas de todos a su alrededor. Val creía en la importancia de las primeras impresiones y siempre se esforzaba por ser la mejor versión de sí misma. A pesar de sus diferencias, el destino tenía un plan especial para Riley y Val.

Todo comenzó en una soleada tarde de primavera, durante una actividad comunitaria organizada por el colegio. Los estudiantes se dividieron en grupos para limpiar el parque local. Riley llegó tarde, como siempre, y se unió al último grupo disponible. Para su sorpresa, Val estaba en ese grupo, liderando la actividad con entusiasmo.

"¡Hey, Riley! Finalmente, llegaste," dijo Val con una sonrisa amable. Riley, acostumbrada a las críticas por su impuntualidad, se sorprendió por la calidez en la voz de Val.

"Sí, ya sabes, el tráfico y todo eso," respondió Riley, intentando sonar despreocupada mientras recogía una bolsa de basura.

A medida que pasaban las horas, Riley se dio cuenta de que Val no solo era organizada y responsable, sino también increíblemente amable y divertida. Val, por su parte, descubrió que Riley, a pesar de su apariencia y actitud despreocupada, era una persona trabajadora y con un gran sentido del humor.

"¿Sabes? Siempre pensé que las personas organizadas como tú eran aburridas," confesó Riley mientras tiraba una bolsa de basura en el contenedor.

Val se rió. "Y yo pensaba que las personas desordenadas como tú eran irresponsables. Supongo que ambos estábamos equivocados."

Después de ese día, Riley y Val comenzaron a cruzarse más a menudo. Riley empezó a asistir a las actividades organizadas por Val, y Val, por su parte, se aventuraba a veces en el mundo caótico de Riley. A pesar de sus diferencias, encontraron un terreno común en su deseo de ayudar a los demás y en su sentido del humor.

Un sábado por la tarde, Riley invitó a Val a su casa para ver una maratón de películas. "No te asustes por el desorden," advirtió Riley mientras abría la puerta.

Val se rió. "He estado en sitios peores. Además, estoy aquí por la compañía, no por la decoración."

Pasaron la tarde comiendo pizza y viendo películas de comedia, riendo juntas y compartiendo historias personales. Riley se dio cuenta de que Val no solo era hermosa y elegante, sino también increíblemente genuina y comprensiva.

"Riley, me encanta pasar tiempo contigo," dijo Val suavemente, mirándola a los ojos. "Eres auténtica y eso es algo raro de encontrar."

Riley sonrió, sintiendo un calor en su pecho. "Y tú eres increíble, Val. Nunca pensé que alguien como tú podría soportar a alguien como yo."

Con el tiempo, su relación se profundizó. Riley y Val comenzaron a pasar cada vez más tiempo juntas, compartiendo sus sueños, miedos y esperanzas. Riley aprendió a ser un poco más organizada gracias a la influencia de Val, y Val descubrió la alegría de ser un poco más espontánea y relajada.

Un día, mientras caminaban por el parque, Val tomó la mano de Riley. "Riley, hay algo que quiero decirte."

Riley sintió su corazón latir con fuerza. "¿Qué es, Val?"

Val respiró hondo. "Creo que me estoy enamorando de ti. No me importa que seamos tan diferentes. De hecho, creo que eso es lo que me atrae de ti."

Riley se detuvo, mirándola con sorpresa. "Val, yo también siento lo mismo. Me haces querer ser una mejor persona."

Se abrazaron bajo el sol, sintiendo que finalmente habían encontrado algo especial.

A medida que pasaban los meses, Riley y Val enfrentaron muchos desafíos juntos. La gente a su alrededor se sorprendió por su relación, pero ellas no dejaron que las opiniones externas afectaran su amor. Riley continuó siendo fiel a sí misma, pero con el apoyo de Val, aprendió a equilibrar su vida de manera más saludable. Val, por su parte, encontró en Riley la chispa de espontaneidad que siempre había deseado.

Graduarse del colegio fue un momento agridulce para ambas. Sabían que la vida cambiaría, pero estaban determinadas a enfrentar el futuro juntas. Decidieron mudarse a un pequeño apartamento en la ciudad para continuar sus estudios universitarios.

En la universidad, sus vidas se volvieron aún más ocupadas, pero siempre encontraban tiempo para estar juntas. Riley se unió al club de arte, donde pudo canalizar su creatividad de manera productiva, mientras que Val se dedicó a sus estudios de derecho, determinada a hacer una diferencia en el mundo.

Una noche, después de un largo día de clases y trabajo, se sentaron juntas en su pequeño balcón, mirando las estrellas.

"Val, ¿alguna vez te has preguntado cómo terminamos aquí?", preguntó Riley, sosteniendo la mano de Val.

"Todo el tiempo," respondió Val, sonriendo. "Pero no cambiaría nada de lo que hemos vivido. Todo nos ha llevado a este momento."

Riley la miró con amor. "Val, eres lo mejor que me ha pasado. Gracias por amarme tal como soy."

Val la besó suavemente. "Y tú a mí, Riley. Somos perfectas juntas."

Con el tiempo, Riley y Val construyeron una vida llena de amor, risas y aventuras. Aprendieron que sus diferencias no eran obstáculos, sino fortalezas que complementaban su relación. Enfrentaron los desafíos de la vida con valentía y se apoyaron mutuamente en cada paso del camino.

Finalmente, un día, mientras caminaban por el parque donde todo había comenzado, Riley se arrodilló y sacó una pequeña caja de su bolsillo.

"Val, desde el momento en que te conocí, supe que eras especial. A pesar de nuestras diferencias, o quizás por ellas, me he enamorado de ti cada día más. ¿Te casarías conmigo?"

Val, con lágrimas en los ojos, asintió. "Sí, Riley. Sí, mil veces sí."

Se abrazaron bajo el sol, sabiendo que su amor era inquebrantable y que juntas podían enfrentar cualquier cosa que la vida les presentara.

Y así, Riley y Val demostraron que el amor verdadero no conoce barreras. A pesar de ser tan diferentes, encontraron en cada una la pieza que faltaba en su vida, construyendo una relación basada en el respeto, la comprensión y, sobre todo, el amor. Bajo las estrellas y con un futuro brillante por delante, sabían que estaban destinadas a estar juntas para siempre.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora