ᴍᴀ́sᴄᴀʀᴀs ʀᴇᴠᴇʟᴀᴅᴀs

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Halloween siempre había sido la noche favorita de Riley. Le encantaba la libertad que proporcionaban los disfraces, la oportunidad de ser alguien completamente diferente, aunque solo fuera por una noche. Este año, había decidido personificar a Deadpool, el antihéroe de Marvel conocido por su humor mordaz y su naturaleza impredecible. Pasó semanas perfeccionando cada detalle de su traje, asegurándose de que cada cuchillo, pistola y pieza de su uniforme fuera fiel a la imagen del personaje. Cuando finalmente se miró en el espejo, una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. Estaba lista para la fiesta.

Val, por su parte, había decidido disfrazarse de Spider-Man. Desde pequeña, había admirado al trepa muros por su valentía y su sentido de responsabilidad. Ponerse el traje rojo y azul la hacía sentir poderosa, como si pudiera enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Además, le gustaba la idea de llevar un disfraz que también le permitiera ocultar su identidad y, por una noche, ser alguien más.

La fiesta de Halloween se celebraba en un gran loft en el centro de la ciudad, un lugar conocido por su ambiente acogedor y sus impresionantes vistas de las luces de la metrópolis. Riley llegó temprano, deseosa de sorprender a todos con su actuación como Deadpool. Saludó a los amigos que ya estaban allí con comentarios ingeniosos y bromas irreverentes, haciendo que todos se rieran y se relajaran de inmediato.

Val llegó poco después, haciendo su entrada con la agilidad y gracia que caracterizaban a Spider-Man. Saltó sobre un sofá, fingió lanzar telarañas a sus amigos y, en general, encarnó a la perfección el espíritu del héroe que admiraba. Los invitados a la fiesta se maravillaron ante su interpretación y la aclamaron con entusiasmo.

A medida que la noche avanzaba, las risas y la música llenaban el loft, creando una atmósfera de celebración y alegría. Riley, todavía en su papel de Deadpool, se movía por la sala con confianza, lanzando comentarios sarcásticos y coqueteando con todos los presentes. Val, por su parte, mantenía la compostura heroica de Spider-Man, pero no podía evitar sentirse intrigada por la persona detrás del disfraz de Deadpool.

En un momento dado, Riley y Val se encontraron en la terraza del loft, alejadas del bullicio de la fiesta. Las luces de la ciudad brillaban a lo lejos, reflejándose en los grandes ventanales y creando una atmósfera mágica. Riley se apoyó en la barandilla y miró a Val con una sonrisa traviesa en los labios, su máscara ocultando cualquier rastro de nerviosismo.

—¿Sabes, Spidey? —dijo Riley, imitando la voz característica de Deadpool—. Siempre he pensado que tú y yo haríamos un gran equipo. Tú con tus poderes arácnidos y yo con mi encanto irresistible.

Val rio, cruzando los brazos sobre el pecho y adoptando una postura heroica.

—Tienes razón, Deadpool. Juntos podríamos conquistar el mundo. O al menos, esta fiesta.

Riley se acercó un poco más, permitiendo que la fachada del personaje se desvaneciera un poco.

—Pero hablando en serio, Val. Me alegra haber coincidido contigo aquí. Siempre me has parecido increíble, no solo por tu disfraz, sino por quién eres realmente.

Val sintió un calor en el pecho al escuchar esas palabras, un sentimiento que no esperaba encontrar en una fiesta de disfraces.

—Gracias, Riley. Tú también eres increíble. Nunca imaginé que Deadpool pudiera ser tan encantador.

Ambas rieron, sintiendo cómo la conexión entre ellas se hacía más fuerte con cada segundo que pasaba. En ese momento, Riley dio un paso más cerca, mirándola directamente a los ojos a través de las aberturas de su máscara.

—¿Te gustaría salir conmigo algún día? Sin disfraces, solo tú y yo.

Val sonrió, asintiendo lentamente.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora