𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐑𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐲 𝐀𝐠𝐮𝐣𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐨𝐬

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El sol se estaba poniendo sobre la ciudad de Nueva York, bañando los rascacielos en un resplandor dorado. Riley, también conocida como Spider-Man, balanceaba de un edificio a otro con agilidad y gracia. Sentía el viento en su rostro y la adrenalina recorriendo su cuerpo mientras vigilaba las calles desde arriba. Esa noche, sin embargo, no era una patrulla rutinaria. Había rumores de un nuevo villano en la ciudad, alguien que estaba causando estragos con habilidades desconocidas.

Mientras se movía por la ciudad, escuchó un ruido fuerte y vio una explosión en la distancia. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia el origen del caos. Al llegar, vio a un grupo de ladrones siendo absorbidos por un portal oscuro. En el centro de la destrucción, estaba ella: Black Hole, una mujer con una presencia imponente y un traje negro que absorbía la luz a su alrededor.

"Así que tú eres Black Hole," dijo Riley, aterrizando suavemente frente a ella. "¿Qué tal si dejamos de jugar a los villanos por hoy?"

Val, alias Black Hole, lo miró con una sonrisa sarcástica. "Spider-Man. Justo a tiempo para la fiesta. Pero me temo que no estás invitado."

Riley lanzó una telaraña hacia Val, intentando inmovilizarla, pero esta desapareció en otro portal antes de que pudiera alcanzarla. "¿Vas a seguir corriendo?", gritó Riley, frustrado.

"¿Correr? Apenas estamos comenzando," respondió Val desde detrás de él, apareciendo a través de un nuevo portal y lanzando una ráfaga de energía oscura. Riley logró esquivarla, pero la fuerza del ataque lo lanzó contra una pared.

La batalla continuó con intensidad, ambos luchadores demostrando sus habilidades. Pero en un momento de descuido, ambos fueron atrapados por un portal que Val no había controlado del todo. Se encontraron cayendo a través de un vacío oscuro, sin saber a dónde los llevaría.

Cuando el mareo se desvaneció, Riley y Val se encontraron en una dimensión desconocida, un lugar desolado y silencioso. Miraron a su alrededor, tratando de orientarse.

"¿Dónde estamos?", preguntó Riley, su voz resonando en el vacío.

"No lo sé," admitió Val, su tono más suave de lo que Riley había esperado. "Algo salió mal con el portal."

Riley suspiró, intentando mantener la calma. "Bueno, parece que estamos atrapados aquí juntos. Tal vez deberíamos intentar llevarnos bien hasta encontrar una salida."

Val lo miró con desconfianza, pero finalmente asintió. "De acuerdo. Pero no bajes la guardia, Spider."

Comenzaron a explorar el extraño paisaje, buscando algún indicio de cómo regresar. A medida que avanzaban, comenzaron a hablar, primero con cautela y luego con más confianza. Riley se sorprendió al descubrir que Val no era la villana despiadada que había imaginado. Tenía sus razones para actuar como lo hacía, y había una tristeza en sus ojos que no podía ignorar.

"Entonces, ¿por qué Black Hole?", preguntó Riley mientras descansaban junto a una estructura extraña.

Val se encogió de hombros. "Siempre he sentido que soy un agujero negro, absorbiendo todo a mi alrededor. Mi poder refleja eso. Es una forma de protegerme, supongo."

Riley asintió, comprendiendo. "Yo me convertí en Spider-Man para proteger a los demás. Pero a veces, también me siento atrapado en mis propias redes."

Las horas pasaron y la tensión entre ellos disminuyó. Descubrieron que, a pesar de sus diferencias, tenían mucho en común. Ambos habían perdido seres queridos, ambos luchaban con su identidad y ambos buscaban un propósito en un mundo caótico.

Mientras hablaban, Riley notó que la atmósfera entre ellos estaba cambiando. La hostilidad inicial había sido reemplazada por algo más suave, algo más cercano. Sus miradas se encontraron y, por un momento, olvidaron dónde estaban.

"Riley," dijo Val, su voz apenas un susurro. "Creo que he estado equivocada sobre muchas cosas."

"Yo también, Val," respondió Riley, acercándose a ella. "Quizás no somos tan diferentes después de todo."

Sin decir más, Riley la tomó en sus brazos y la besó. Fue un beso lleno de pasión contenida, de anhelos y arrepentimientos. En ese momento, no eran héroe y villana, sino dos almas buscando consuelo.

La noche pasó con ambos explorando no solo el extraño mundo, sino también sus propios sentimientos. La conexión que había comenzado como un enfrentamiento se transformó en una noche de pasión y descubrimiento. Entre caricias y susurros, se encontraron abriéndose el uno al otro de maneras que nunca habían imaginado.

Val se recostó contra Riley, su respiración tranquila y su cuerpo relajado. "Nunca pensé que algo así fuera posible," murmuró.

Riley acarició suavemente su cabello. "Tampoco yo. Pero estoy feliz de que lo sea."

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, encontraron una forma de abrir un portal de regreso a su mundo. Al regresar, supieron que sus vidas nunca serían las mismas.

De vuelta en Nueva York, Riley y Val trataron de navegar su nueva realidad. La ciudad seguía siendo un lugar de desafíos y peligros, pero ahora tenían algo que nunca habían tenido antes: el uno al otro.

Decidieron unir fuerzas, utilizando sus habilidades combinadas para proteger la ciudad. Riley descubrió que con Val a su lado, era más fuerte y más enfocado. Val, por su parte, encontró en Riley una razón para luchar por algo más grande que ella misma.

Sus encuentros con otros villanos y amenazas solo reforzaron su vínculo. Aprendieron a confiar y depender el uno del otro, y cada batalla ganada fortalecía su relación.

Una noche, mientras descansaban en el techo de un rascacielos después de una larga patrulla, Val miró a Riley y sonrió. "Nunca pensé que terminaríamos aquí, juntos."

Riley tomó su mano y la besó suavemente. "Ni yo. Pero no cambiaría nada de lo que hemos vivido."

Val lo abrazó, mirando las luces de la ciudad. "Juntos somos imparables, Riley. Y eso es lo que más me importa."

Mientras el viento soplaba suavemente a su alrededor, supieron que habían encontrado algo único y especial. En medio del caos y la oscuridad, habían descubierto el amor y la esperanza. Y juntos, enfrentarían cualquier desafío que el futuro les deparara.

Con el tiempo, su relación se volvió más pública, y sus aliados y enemigos comenzaron a notar el cambio en ellos. Algunos los apoyaron, otros los desafiaron, pero nada pudo separar lo que habían construido.

Riley y Val se convirtieron en un símbolo de redención y amor, demostrando que incluso en los lugares más oscuros, la luz puede encontrar su camino. La ciudad de Nueva York tenía dos nuevos protectores, unidos por un vínculo inquebrantable.

Y así, entre redes y agujeros negros, Riley y Val encontraron no solo la fuerza para luchar, sino también la fuerza para amar.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora