OneShots (Val X Riley)

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Riley era una reina poderosa, amada y temida por igual. Su reino prosperaba bajo su mandato, y su influencia se extendía más allá de las fronteras de su vasto territorio. Sin embargo, había una parte de su vida que permanecía vacía, un anhelo que ni su inmenso poder ni su riqueza podían llenar: el amor verdadero.

Desde la torre más alta de su palacio, Riley observaba el horizonte, su mirada perdida en la lejanía. Su mente volvía una y otra vez a Valentina, una joven humilde y valiente que había conocido en una de sus visitas a los pueblos más alejados de su reino. Valentina, o Val como la llamaban sus amigos, tenía un espíritu indomable y una bondad que brillaba incluso en los momentos más oscuros.

Riley había intentado acercarse a Valentina de muchas maneras, enviándole regalos y cartas, pero Valentina siempre los rechazaba con cortesía. Sabía que la reina deseaba algo más que una simple amistad, pero temía involucrarse en una relación con alguien de tanto poder. No quería ser vista como una más de las conquistas de Riley, sino ser amada por quien era realmente.

Un día, Riley decidió que debía mostrarle a Valentina sus verdaderos sentimientos, no con regalos o palabras vacías, sino con la promesa de un futuro compartido. Así, en una noche estrellada, envió a un mensajero de confianza para traer a Valentina al palacio.

Valentina llegó al palacio con el corazón latiendo aceleradamente. La opulencia del lugar la abrumaba, pero se mantenía firme. Fue conducida a la sala del trono, donde Riley la esperaba. La reina se levantó de su trono y caminó hacia Valentina con una mirada que mezclaba determinación y vulnerabilidad.

"Val," comenzó Riley, su voz suave, pero cargada de emoción, "sé que he intentado ganarme tu afecto de muchas maneras, pero ninguna ha sido la correcta. Hoy, quiero que escuches algo que expresa lo que realmente siento."

Riley hizo una señal, y un músico comenzó a tocar una melodía suave. Con una voz firme, Riley comenzó a cantar:

"If I had the money, let me tell you how it'd be
I'd take over the country, everyone would bow to me
Sit up in my palace and baby, you would be my queen
We'd run this ship together, just you wait and see
We'll be royalty
We'll be royalty..."

La voz de Riley resonaba en la sala, llena de pasión y promesas. Valentina sintió cómo cada palabra tocaba su corazón, derribando las barreras que había construido. La canción continuó, describiendo un futuro donde juntas enfrentarían cualquier desafío, siempre unidas.

"I know, I know, I know
I know we're broke right now
Girl, I guarantee that I will work this out, yeah
See I got this plan
Are you in or out I need to understand..."

Riley tomó las manos de Valentina, mirándola profundamente a los ojos.

"Trips to Río, 5-star meal
Girl, don't quit on me now
If I gotta beg or steal, no big deal
Oh, let me break it down..."

Valentina sintió una mezcla de emociones: miedo, esperanza, amor. La canción terminó, y el silencio llenó la sala. Riley continuó, su voz más baja pero firme.

""So would you cover me
If I gotta take out any enemies, yeah
''Cause It might get ugly
Many things that you don't wanna see or hear...""

Riley tomó un respiro profundo y dijo: "Val, te necesito a mi lado. No solo como mi reina, sino como mi igual, mi compañera en todo. Juntas podemos enfrentar cualquier cosa, ser invencibles. ¿Confías en mí?"

Valentina, con lágrimas en los ojos, respondió: "Riley, siempre he admirado tu fuerza y tu determinación, pero lo que realmente me ha tocado es tu corazón. Sí, confío en ti. Estoy lista para enfrentar lo que venga, juntas."

Riley sonrió, una sonrisa llena de amor y esperanza. Abrazó a Valentina, sintiendo cómo sus corazones latían al unísono.

Desde ese día, Valentina se mudó al palacio, pero no como una reina adornada de joyas y riquezas, sino como una líder junto a Riley. Juntas, implementaron reformas que beneficiaron a todos en el reino, fortaleciendo su posición no solo como monarcas, sino como figuras amadas por el pueblo.

Riley y Valentina viajaron juntas a tierras lejanas, enfrentando desafíos y forjando alianzas. Cada noche, antes de dormir, Riley cantaba suavemente la canción que había sellado su destino juntas:

"We'll be sittin' on a throne, you and me all alone
Ain't no stoppin' us now
We'll be royalty..."

En una de sus aventuras, visitaron Rio, tal como la canción prometía, disfrutando de comidas exóticas y cinco estrellas. Valentina, siempre a la altura de las circunstancias, demostró ser una compañera inigualable, tanto en la guerra como en la paz.

Pasaron los años, y su amor solo se fortaleció. Cada desafío que enfrentaron, cada enemigo que derrotaron, lo hicieron juntas, reafirmando su promesa de reinar juntas. Su historia se convirtió en leyenda, un cuento de amor verdadero y poder compartido.

La canción de Riley se convirtió en un himno de esperanza y valentía para el reino. En los días de festividades, la gente la cantaba, recordando cómo su reina y su compañera habían transformado el reino con su amor y liderazgo.

Con el paso del tiempo, Valentina demostró ser una líder astuta y compasiva, ganándose el respeto y el cariño del pueblo. Introdujo reformas sociales y económicas que mejoraron la vida de todos, mientras Riley se enfocaba en fortalecer las alianzas políticas y militares del reino. Juntas, eran imparables.

Una noche, mientras descansaban en sus aposentos privados después de una larga jornada, Valentina miró a Riley con una sonrisa. "¿Recuerdas cuando cantaste esa canción para mí por primera vez? Nunca pensé que una promesa tan audaz podría hacerse realidad."

Riley la abrazó suavemente. "Cada palabra de esa canción era sincera, Val. Sabía que juntas podríamos lograr cualquier cosa. Y mira hasta dónde hemos llegado."

"Y lo que aún nos queda por hacer," añadió Valentina, sus ojos brillando con determinación. "Nuestro reino es fuerte, pero siempre hay más por mejorar, más por construir."

Riley asintió. "Y lo haremos juntas, como siempre."

Con el paso de los años, su amor siguió siendo el pilar sobre el que se sustentaba el reino. Los desafíos no cesaron, pero cada obstáculo superado solo fortaleció su vínculo. El reino prosperaba, y la gente contaba historias sobre la reina y su amada, cuyas acciones y decisiones moldearon una era de paz y prosperidad.

En una de sus expediciones, Riley y Valentina descubrieron una tierra lejana, rica en recursos y habitada por una cultura diversa y vibrante. En lugar de conquistarla, decidieron establecer relaciones diplomáticas, intercambiando conocimientos y fortaleciendo los lazos entre ambos reinos. Este enfoque pacífico y colaborativo se convirtió en un ejemplo a seguir para otros gobernantes, inspirando una era de cooperación y respeto mutuo.

Las canciones sobre Riley y Valentina se convirtieron en leyendas, pasadas de generación en generación. Los trovadores cantaban sobre su amor y liderazgo, recordando a todos que el verdadero poder radica en la unidad y el amor.

Una tarde, ya en sus años dorados, Riley y Valentina se sentaron juntas en el jardín del palacio, observando cómo el sol se ponía en el horizonte. "Hemos vivido una vida plena,"" dijo Riley, su voz cargada de emoción. "Hemos logrado tanto, pero lo que más atesoro es el tiempo que he pasado contigo."

Valentina tomó la mano de Riley. "Nuestro amor ha sido la fuerza que nos ha impulsado. No importa cuántos años pasen, siempre te amaré, Riley."

"Y yo a ti, Val. Para siempre."

Con el paso de los años, el legado de Riley y Valentina continuó vivo en el corazón del reino. Sus descendientes, inspirados por su ejemplo, gobernaron con sabiduría y compasión, manteniendo vivo el espíritu de sus ancestros.

Riley y Valentina fueron recordadas no solo por su reinado justo y próspero, sino por su amor inquebrantable. Fueron enterradas juntas, bajo un roble en el jardín del palacio, un símbolo de su amor eterno y su legado inmortal.

Y así, su historia perduró, inspirando a generaciones futuras a creer en el poder del amor verdadero y la importancia de compartir el poder con quienes amas. Porque, como cantaba Riley,

"We'll be royalty
We'll be royalty."