OneShots (Val X Riley)

𝐄𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐨𝐜𝐮𝐥𝐭𝐨

En el tranquilo pueblo de Brimwood, todos conocían a Riley por su naturaleza dulce y servicial. Con una sonrisa siempre presente y una disposición amable, Riley se había ganado el corazón de todos sus vecinos. Val, por otro lado, era más reservada y misteriosa, lo que solo hacía que Riley se sintiera más intrigada por ella.

Una tarde de verano, Riley estaba en su jardín, recolectando flores para hacer un ramo. Mientras trabajaba, escuchó pasos detrás de ella.

—Hola, Riley— dijo una voz suave.

Riley se dio vuelta y vio a Val, parada con una pequeña caja en las manos.

—¡Hola, Val!— exclamó Riley con entusiasmo. —¿Qué te trae por aquí?

—Quería darte esto— dijo Val, entregándole la caja. —Es un regalo especial. He estado trabajando en él durante un tiempo y pensé que te gustaría.

Riley abrió la caja y encontró un pequeño frasco de cristal con un líquido de color ámbar.

—¿Qué es?— preguntó Riley, intrigada.

—Es un elixir que hice. Tiene propiedades afrodisíacas— explicó Val, sonrojándose ligeramente. —Pensé que podrías disfrutarlo.

Riley sonrió y miró a Val con gratitud.

—Gracias, Val. Esto es muy considerado de tu parte— dijo, guardando el frasco en su bolsillo.

Esa noche, Riley no podía dejar de pensar en el regalo de Val. Decidió probar el elixir, curiosa por ver si realmente tendría algún efecto. Vertió unas gotas en un vaso de agua y lo bebió lentamente.

Al principio, no sintió nada diferente, pero luego comenzó a notar un cambio sutil en su interior. Una oleada de confianza y determinación la invadió, algo que nunca había experimentado antes.

Al día siguiente, Riley se encontró con Val en el parque. Notó que Val estaba nerviosa, como si esperara algo.

—Val, probé el elixir anoche— dijo Riley, mirándola directamente a los ojos.

—¿Y qué te pareció?— preguntó Val, tratando de mantener la calma.

—Me hizo sentir diferente. Más segura de mí misma— respondió Riley, acercándose más a Val.

Val tragó saliva, sintiendo la intensidad de la mirada de Riley.

—Riley, yo...— comenzó, pero fue interrumpida por Riley, quien le tomó las manos.

—Val, quiero que sepas que me importas mucho. Y creo que este elixir ha sacado a la luz una parte de mí que no sabía que existía— dijo Riley con firmeza. —Una parte que quiere protegerte y cuidarte de una manera que nunca antes había sentido.

Val se sonrojó, sorprendida por la declaración de Riley.

—Riley, yo también siento lo mismo por ti— admitió Val. —Desde hace mucho tiempo.

Con el tiempo, la relación entre Riley y Val comenzó a transformarse. Riley, con su nueva confianza y determinación, empezó a mostrar un lado más dominante y protector. Val, por su parte, se permitió ser más abierta y vulnerable en la presencia de Riley.

Una tarde, mientras estaban en la casa de Riley, Val le pidió que se sentaran en el sofá.

—Riley, quiero hablar contigo sobre algo importante— dijo Val, nerviosa.

—Claro, Val. Dime— respondió Riley, tomando las manos de Val entre las suyas.

—He estado pensando mucho en nosotras y en cómo hemos cambiado— comenzó Val. —Y quiero que sepas que me siento segura y protegida contigo. Nunca había tenido a alguien en quien pudiera confiar tanto.

Riley sonrió y acarició suavemente la mejilla de Val.

—Tú también eres muy importante para mí, Val. Me haces querer ser mejor y más fuerte— dijo Riley. —Estoy aquí para ti, siempre.

Una noche, Riley decidió hacer algo especial. Preparó una cena romántica en su jardín, iluminado por luces suaves y rodeado de flores.

—Val, esta noche quiero que sea especial para nosotras— dijo Riley, tomando la mano de Val mientras se sentaban a la mesa.

—Riley, esto es maravilloso— dijo Val, emocionada.

Después de la cena, Riley se arrodilló ante Val, sacando una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo.

—Val, te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, apoyándote y protegiéndote. ¿Te casarías conmigo?— preguntó Riley, con el corazón en la mano.

Val, con lágrimas de felicidad en los ojos, respondió sin dudarlo.

—¡Sí, Riley! ¡Claro que sí!— exclamó, abrazándola con fuerza.

En Brimwood, la historia de Riley y Val se convirtió en una leyenda de amor y transformación. Dos almas destinadas a encontrarse y a descubrir que, a veces, lo más inesperado puede llevarnos a comprender quiénes somos realmente.

Su boda fue un evento que el pueblo nunca olvidaría, lleno de alegría y amor. Riley y Val aprendieron que, aunque el camino no siempre sería fácil, juntas podían enfrentar cualquier desafío.

Con el tiempo, construyeron una vida llena de amor, risas y aventuras, siempre apoyándose mutuamente y recordando la mágica tarde en que un misterioso elixir cambió sus vidas para siempre.